La mujer debía presentarse el viernes de la semana pasada, pero no asistió a los tribunales por problemas de salud.
La causa por abuso sexual contra los rugbiers franceses Oscar Jegou y Hugo Auradou entra esta semana en una instancia decisiva, ya que están previstas las pericias psiquiátricas a la denunciante para conocer si su relato es fiable sobre lo ocurrido a la salida de un boliche en Mendoza.
La mujer debía presentarse el viernes de la semana pasada, pero no asistió a los tribunales por problemas de salud. Por eso, la querella confirmó a Diaro Uno que finalmente irá junto a sus abogados este martes, y será entrevistada por las profesionales de la Asesoría Pericial.
Con el informe sobre su perfil psicológico y psiquiátrico en la mano, la Justicia podría dictar el sobreseimiento de ambos deportistas, tal como lo pidió la defensa hace al menos dos semanas. En cambio, los acusados podrían ser procesados y llevados a juicio.
Los fiscales a cargo de la investigación, Darío Nora y Daniela Chaler, valoraron que los estudios sobre la estructura psíquica de los rugbiers dieron “favorables”, que no presentaron “trastornos en la faz sexual” y tampoco mostraron “impulsividad”. Por ese motivo, desde el entorno de los acusados de “abuso sexual con acceso carnal agravado” entienden que van camino al sobreseimiento.
Tanto Jegou y Auradou estuvieron detenidos con prisión domiciliaria y tobillera electrónica, y tuvieron que radicarse en una casa de Mendoza, donde están acompañados por sus familiares. A mediados de agosto, la fiscalía decidió que ambos sigan imputados, pero les otorgaron la libertad.
Entre esas “contradicciones” mencionaban “el motivo o la intención perseguida por la propia denunciante al acceder a ir al hotel, y una vez en el mismo la dinámica exteriorizada en forma previa al ingreso a la habitación”, y “la secuencia témporo-fáctica de los abusos sexuales denunciados”.
A su vez, consideraron “la conducta observada por la denunciante al momento de salir de la habitación y hacer abandono del hotel” y “el tono jocoso que caracteriza el inicio de la conversación con su amiga en horas de la tarde del día de los hechos denunciados”. Esto tiene que ver con una serie de audios que fueron difundidos días atrás.
A esto sumaban las dudas sobre las lesiones físicas. En el dictamen al que accedió TN, la denunciante describió haber sido “golpeada, estrangulada y mordida” por los imputados. Sin embargo, la evaluación médica forense presentó resultados que no coincidían con la gravedad de las agresiones descritas.
Por ejemplo, se constató una “equimosis en el ojo izquierdo”, pero la médica forense concluyó que “no correspondía a un golpe de puño”, sino más bien a un roce o presión menor. Además, las supuestas mordeduras no dejaron marcas visibles, y las “lesiones submentonianas” (bajo el mentón) “no eran compatibles con un estrangulamiento fuerte” como el que ella describió.
Desde la querella insisten con que el abuso fue real, que la mujer se dio cuenta de que había sido una violación cuando llegó a su casa y advirtió los golpes, y que durante la conversación con su amiga no había tomado dimensión de los hechos. También piden que el caso sea investigado con perspectiva de género.