A partir del 1 de agosto, aquellos contratos de alquiler firmados en 2020 para viviendas verán un reajuste significativo del 247%.
El mercado inmobiliario se encuentra en un estado de constante evolución, especialmente cuando se trata de la relación entre inquilinos y propietarios. En una entevista para Noticiero 7, Carlos Borges, corredor inmobiliario, abordó algunos de los problemas más acuciantes que afectan al sector, especialmente en el contexto de los reajustes de alquileres y las nuevas leyes que regulan estos contratos. Borges destacó las dificultades que enfrentan tanto inquilinos como propietarios y ofreció una perspectiva detallada sobre el impacto de estos cambios.
Según Borges, a partir del 1 de agosto, aquellos contratos de alquiler firmados en 2020 para viviendas verán un reajuste significativo del 247%. Este ajuste, calificado como "una barbaridad", se basa en los índices establecidos por la ley vigente en el momento de la firma. Además, mencionó una ley sancionada en 2023 que introduce reajustes semestrales del orden del 80%, lo cual también representa un desafío considerable para los inquilinos.
Borges expresó su preocupación por estos reajustes, afirmando que, aunque los propietarios intentan reducir los costos en la medida de lo posible, los inquilinos a menudo se ven obligados a negociar arduamente para encontrar un equilibrio aceptable. "Son temas muy preocupantes para las personas que quieren alquilar y que en la medida de las posibilidades los propietarios tratan de reducir un poco el valor que pretende y el inquilino trata de subir un poco el valor que puede pagar para tratar de acercar una negociación beneficiaria para los dos", comentó Borges.
El corredor inmobiliario también subrayó que tener una unidad habitacional desocupada no es rentable para los dueños de los departamentos, ya que deben cubrir impuestos, tasas y gastos de mantenimiento, además del deterioro que puede sufrir el inmueble.
Carlos explicó que mudarse de un lugar céntrico a uno más lejano para ahorrar en alquiler puede resultar en altos costos de traslado y complicaciones adicionales, como el transporte diario al trabajo o la escuela. "Para un inquilino trasladarse de un lugar céntrico para pagar algo menos en un lugar más lejano tiene problemas y costos muy altos de traslado", explicó.
Borges enfatizó la importancia del diálogo constante entre inquilinos y propietarios para gestionar estas situaciones. Indicó que su oficina mantiene una comunicación permanente con ambas partes desde la mañana hasta la noche, utilizando diversos medios para abordar sus preocupaciones.
Finalmente, Carlos expresó su esperanza de que los ciclos de inflación en Argentina se reduzcan, beneficiando a ambas partes involucradas en el mercado de alquileres. "Todos los argentinos estamos esperanzados que esto que es cíclico en la Argentina, estos golpes al bolsillo con subas y bajas en la inflación, continúe mermando lo menos posible", concluyó.