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Preocupan los bajos controles para la detección de cáncer de próstata

Una encuesta mostró que 7 de cada 10 hombres mayores de 50 no se controlan en forma anual.

12/06/2021

El principal factor de riesgo para el cáncer de próstata es la edad. Por eso, a partir de los 50 años se aconseja un control urológico anual que favorece el diagnóstico temprano y permite establecer si es necesario iniciar o no un tratamiento. Sin embargo, según una encuesta reciente, 7 de cada 10 no se realizan los chequeos, que en los varones con antecedentes familiares deben comenzar antes.

El dato, difundido en el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, surge de la encuesta "Salud e Información en 2020", realizada por la Consultora CIO sobre 1405 participantes del AMBA, Gran Rosario, Gran Córdoba, Gran Mendoza, Posadas y Salta, de los cuales 358 eran mayores de 50 años. El sondeo mostró que, de ellos, solo la mitad tiene un urólogo de cabecera, 3 de cada 10 nunca se realizaron un chequeo de próstata y, entre los que nunca se lo realizaron, el 75% no está considerando hacerlo.

"Este hallazgo de la enorme cantidad de hombres que no controlan su próstata es alarmante, sobre todo porque no es una conducta exclusiva de situación de pandemia, sino que representa el comportamiento habitual de las conductas de los varones y está en línea con lo que se ve a diario en la práctica médica", planteó Juan Pablo Sade, médico especialista en Uro-Oncología del Instituto ‘Alexander Fleming’ y del Hospital Universitario Austral. "No es un control de rutina que el hombre haya incorporado", manifestó.

El cáncer más frecuente en hombres
El cáncer de próstata es el más frecuente en hombres: produce unos 11 mil casos nuevos por año (uno de cada cinco tumores detectados en varones) y causa más de 3700 muertes.

La importancia de detectarlo en forma precoz radica en que, de ser necesario, el tratamiento puede impedir o retrasar el avance; mientras que hay casos en los que solo se indica seguimiento. El objetivo: evitar que los hombres lleguen a la consulta en estadíos avanzados de la enfermedad.

"Este tipo de cáncer no se puede prevenir y no suele dar síntomas, de ahí la importancia de la detección precoz, para un diagnóstico y tratamiento oportuno de una enfermedad potencialmente curable en sus estadios iniciales", afirmó a Clarín el médico urólogo Juan Ignacio Ramos Suppicich, de la sección de Uro-Oncología del Servicio de Urología del Hospital Ramos Mejía.

En estadíos avanzados de la enfermedad puede producir síntomas inespecíficos como dificultad en la micción (al orinar), sangre en el semen, dolores en los huesos, molestias en la zona pélvica y disfunción eréctil, precisó.

Dado que la edad es el principal factor de riesgo, la recomendación a los hombres sin antecedentes se basa en una visita anual al urólogo a partir de los 50 años para la realización del tacto rectal y un análisis en sangre del Antígeno Prostático Específico (PSA, por sus siglas en inglés). El diagnóstico se confirma a través de una biopsia de próstata.

"En el caso de personas con antecedentes de familiares cercanos de cáncer de próstata, sobre todo padre y/o hermano o antecedentes de múltiples tumores en la familiar de cáncer de mama, ovario o colon se sugiere comenzar con los controles a partir de los 40-45 años. Cerca de un 10% de los cánceres de próstata pueden tener una predisposición genética", señaló Suppicich, quien es también secretario administrativo de la Sociedad Argentina de Urología (SAU).

Un amplio estudio realizado en Suecia, basado en un seguimiento de todos sus residentes varones desde 1931, se propuso como objetivo calcular la edad a la que los hombres que tenían un padre, hermano o hijo diagnosticado con cáncer de próstata alcanzaron el "umbral de riesgo de detección"; es decir, el mismo nivel de riesgo de cáncer de próstata que a la edad de 50 años de toda la población. Los resultados, publicados la semana pasada en la revista PLOS Medicine, arrojaron que los hombres historial familiar de cáncer de próstata alcanzaron el umbral de riesgo de detección hasta 12 años antes.

Los investigadores afirmaron que los hallazgos podrían conducir a una mayor personalización de las pautas de detección. "La política de talla única en medicina pertenece al pasado; se necesitan cada vez más enfoques adaptados al riesgo para optimizar el uso de recursos restringidos en la atención médica", afirmó el codirector del estudio, Elham Kharazmi del Centro Alemán de Investigación del Cáncer, en Heidelberg, Alemania.

PSA, en foco
Desde el Ministerio de Salud, sostienen que "la decisión de realizar estudios para el diagnóstico temprano debe ser individualizada, teniendo en cuenta valores y preferencias de cada paciente".

Es que en la última década hubo controversia en torno a los beneficios de realizar este estudio.

"En la historia de la utilización del PSA, las recomendaciones han ido al principio a favor, después en contra, y después nuevamente a favor", señaló en diálogo con Clarín Gonzalo Vitagliano, jefe Uro-Oncologia del servicio de Urología del Hospital Alemán.

El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos (U.S. Preventive Services Task Force) recomendó en 2012 que el screening (los estudios de tamizaje en población general) con PSA dejara de hacerse, porque habían advertido "que los pacientes se morían más con cáncer de próstata que de cáncer de próstata", comenta el especialista.

"Dos años después -continúa-, tuvieron que quitar esa recomendación y hacer una en pos de la personalización, porque empezaron a aparecer pacientes con enfermedad en estadío avanzado, en las que la enfermedad se puede cronificar pero no curar."

Vitagliano subraya que hoy el diagnóstico y el tratamiento deben ser individualizados. "Lo que se llama el 'traje a medida' de cada paciente. Si no, vamos a perder pacientes que son pasibles de curación. Uno de cada 6-9 hombres va a tener cáncer de próstata, pero uno de cada 39 va a morir de cáncer de próstata. La idea no es no diagnosticar, sino no sobretatar, porque hay muchos pacientes que van a ser diagnosticados y van a requerir solamente un seguimiento activo, porque la enfermedad no va a tener la potencialidad de provocarle la muerte" afirmó.

Suppicich subrayó que "en Argentina y en todo el mundo el PSA y el tacto rectal siguen siendo el método utilizado por todas las guías para la detección precoz o screening del cáncer de próstata. La mejor evidencia avala el uso del PSA y el tacto rectal como complemento necesario al análisis, ya que puede detectar algunos tumores infrecuentes y agresivos que no eleven el PSA".

Los especialistas insisten en que el análisis de PSA -que muchas veces es pedido por especialistas en clínica médica- debe ser interpretado por profesionales de la urología, ya que un resultado elevado de ese marcador no siempre implica cáncer y puede estar vinculado a otras patologías prostáticas.

Luis Montes de Oca, director médico del Centro de Urología (CDU), explica que ante un PSA elevado no se indica biopsia a todos los pacientes. El médico urólogo y cirujano apunta que "existen ciertos factores (edad, comorbilidades, entre otros) que el urólogo definirá para aconsejarla o no. Esto tiene dos motivos: evitar una biopsia innecesaria en un paciente que no tiene cáncer de próstata y evitar diagnosticar cáncer de bajo riesgo".

"Tras un año y medio de pandemia, estoy viendo pacientes que llegan en estadíos más avanzados, en los que hay que cronificar la enfermedad, pero no los puedo curar. Eso habla a favor del chequeo. Hay más pacientes que antes que vienen con metástasis", advierte Vitagliano.

"Aunque un paciente tenga una biología de cáncer de próstata muy agresiva, que termine haciendo metástasis, lo voy a hacer vivir más si lo detecto antes. La única manera que tengo para detectarlo antes es que venga al consultorio y se haga un PSA. Entonces, ¿PSA sí, PSA no?: PSA, sí. Uso racional e indicado por especialista", zanjó.

Seguimiento o tratamiento
Hasta hace algunos años, dice Vitagliano, paciente que se diagnosticaba, paciente que se trataba. "Hoy en día no es así. Hacemos una detección temprana y lo que apuntamos es a identificar pacientes con enfermedad clínicamente insignificante (que no van a morir de esa enfermedad) y a diagnosticar pacientes con enfermedad clínicamente significativa".

"Es muy grande el número de hombres que tienen enfermedad en etapa muy inicial, a los que solamente se les hace un seguimiento", afirmó el médico del Hospital Alemán, que creó el Consorcio Latinoamericano de Seguimiento en Cáncer de Próstata con el objetivo de aportar evidencia regional sobre ese grupo de pacientes.

"Cada vez tenemos mejores imágenes que nos permiten realizar una mejor estadificación de la enfermedad, seguimiento e incluso guiar tratamientos. Hoy podemos realizar mejores protocolos de vigilancia activa en tumores de bajo y muy bajo riesgo", coincidió su colega del Hospital Ramos Mejía.

En líneas generales, según las características de cada paciente y de la enfermedad, el cáncer de próstata se trata con cirugía, radioterapia, vigilancia activa, terapia hormonal, quimioterapia o una combinación de alguna de ellas.

Respecto de los avances terapéuticos, Suppicich apuntó que "los nuevos tratamientos hormonales han demostrado aumentar la sobrevida de los pacientes con cáncer de próstata metastásico, mientras que las terapias locales dirigidas a las metástasis han logrado retrasar la progresión de la enfermedad y la utilización de terapias sistémicas. La terapias target en mutaciones de genes puntuales también mejoraron la sobrevida".

Plataforma digital
Para acompañar a las personas en su camino hacia los controles de próstata, la identificación de un especialista en la zona, los hospitales de referencia con Servicio de Urología, la Fundación ACIAPO lanzó www.controlatuprostata.com.ar, una plataforma con información para la comunidad sobre cómo detectar el cáncer de próstata a tiempo, signos y síntomas, cifras de su impacto en nuestro país, además de un cuestionario para responder online y confirmar si uno tiene indicación de realizarse el control prostático. A partir de allí, la asociación se pone en contacto directo y acompañará a la persona con más información, recordatorios, asistencia y seguimiento.

Fuente: diario Clarín.