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Abril de 2024
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Bomberos voluntarios de Añatuya celebran 32 años de servicios

Esta noble Institución comenzó a gestarse en 1988 y se terminó de concretar un 8 de enero de 1989.

08/01/2021

Lo que parecía un sueño imposible, hoy cumple 32 años de vida, de servicio constante, de entrega total, de un sí permanente y sin objeciones para ayudar al añatuyense, de un sostenido crecimiento, de profesionalismo, humanidad y de una gran proyección hacia un futuro mejor.

Allá por septiembre de 1988 comenzó a gestarse este sueño tras un gravísimo incendio en la zona céntrica de Añatuya. Laura Roldan, vecina oriunda de Río IV en Córdoba, preocupada por lo sucedido comenzó a gestionar ayuda en su ciudad natal y consiguió las primeras donaciones para el futuro cuerpo de bomberos local.

Se sumó la experiencia, por haber pertenecido en los años 60 a un cuerpo municipal de bomberos, de don Alberto Yapur, y desde entonces nunca más se detuvo el sueño.

A estos se sumaron muchos vecinos más como Don Benito Zarate, Vazquez, Juan Champarini, Arguello que fue el redactor del primer estatuto del cuerpo, Piñol y tantos otros que cimentaron las bases.

Con las primeras ayudas y cascos de aluminio que heredaron del viejo cuerpo municipal de bomberos concretaron la creación oficial el 8 de enero de 1989. La Cámara de Comercio prestó parte de sus viejas instalaciones en la Av. 25 de Mayo para el funcionamiento de la primera sede. Luego alcanzaron el padrinazgo del cuerpo de bomberos de Sarandí, Buenos Aires.

Entre los primeros miembros activos del cuerpo se anotaron Alejandro Carrizo, “Pilo” Ruiz, José “Bigote” Campos, “Nene” Suarez y otros jóvenes más que integraban la agrupación scout local.

Así se creo para Añatuya y una amplia región del sudeste santiagueño uno de los primeros cuerpos de bomberos del interior provincial.

Una obra que no dejo de crecer, especialmente en servicios a la ciudad.

Nadie más que ellos pueden hablar de servicio: incendios en pleno monte, accidentes por doquier en rutas, caminos vecinales y calles añatuyenses; rescates; traslados de pacientes; campañas solidarias; actuaciones en catástrofes como inundaciones y otros; contención y esperanza, incluso cuando la muerte llena de dolor y todo socorro que la comunidad necesitó. Ahí estuvieron, están y estarán los Bomberos Voluntarios de Añatuya.

La actualidad los encuentra con una comisión directiva en pleno funcionamiento, con múltiples planes y con un plantel de 32 profesionales del socorrismo, dispuestos a ayudar en todo lo que la región requiera.