El contacto frecuente con el agua, que los chicos pasen mucho tiempo dentro de ella, facilita la aparición de esta enfermedad típica del verano.
Se siente el oído tapado, duele al tocar la zona o al apoyar la cabeza en la almohada de ese lado. Muchas veces hay una supuración. Afecta por lo general a los chicos que en estos días de mucho calor, es difícil que estén fuera del agua si tienen una pileta cerca.
La otitis de pileta es una infección de la piel que afecta al conducto auditivo externo. Se origina por cambios en el pH de la piel, derivados de una humedad excesiva, que dan lugar a la alteración de bacterias y hongos que habitan en esta área del oído.
Ante la aparición de cualquiera de los síntomas, es conveniente visitar al médico. Muchas veces el otorrinolaringólogo, luego de mirar con el otomicroscopio, debe aspirar alguna secreción, o colocar una gasa con furacina para dilatar el conducto. Puede indicar tratamiento local con gotas, antitérmicos, corticoides orales o antibióticos en caso de necesidad.
Mejor prevenir
"Es importante que la pileta se mantenga limpia. El agua salada no es excluyente de otitis por la humedad", señala la doctora Laura Cosentino (MN134615), especialista en otorrinolaringología. También sugiere evitar estar muchas horas en el agua y usar protección auditiva. La humedad en ciertas zonas del cuerpo favorece la aparición de bacterias y hongos.
"Para el secado es mejor usar una toalla y también se puede usar unas gotitias de alcohol boricado para que elimine la humedad que queda dentro del oído", aconseja Cosentino. También explica que alrededor del conducto auditivo hay una fina película de cera que protege de agentes externos. Si se elimina puede favorecer el desarrollo de las infecciones. "Hay que secar muy bien pero sin meter nada dentro para evitar que se puedan producir pequeñas heridas", sugiere.
Fuente: Bienestar