Dallas- Estados Unidos. La mujer policía blanca, y fuera de servicio, entró sin permiso judicial ni una denuncia previa en casa de un vecino suyo de raza negra y lo mató de dos disparos. Amber Guyger fue declarada culpable de homicidio.
Un jurado condenó a 10 años de prisión a la agente Amber Guyger, al ser declarada culpable de homicidio de Botham Shem Jean, un hombre de 26 años sin antecedentes penales.
Los hechos ocurrieron en septiembre de 2018 en la ciudad de Dallas (Estados Unidos) y este miércoles dieron a conocer la condena.
La defensa argumentaba que Guyger entró en casa de Botham Shem Jean, por equivocación pensando que era su apartamento y vio a un hombre dentro del mismo, disparó, percatándose solo de su error cuando encendió la luz de la vivienda.
La fiscalía demostró que había señales evidentes de que no era su apartamento, como una alfombra muy notoria de color roja en la entrada, además de que era un piso diferente.
¿Una confusión?
La agente Guyger aseguraba que, después de una jornada de 15 horas de trabajo, llegó a su casa en un complejo de departamentos y que la puerta de su casa se encontraba entreabierta. Al entrar en su interior vio, en medio de la penumbra, una sombra alargada que pensó que era un ladrón a quien, después de gritarle dos veces sin que le obedeciera, decidió dispararle.
Entonces, llamó al teléfono de emergencias y, al prender la luz, descubrió que el número en la puerta del apartamento no era el suyo, el 1378, sino el 1478.
Es decir, estaba en el piso inmediatamente superior al suyo.
"Tenía miedo de que quienquiera que estuviera dentro de mi departamento me matara (...) Ningún agente de policía querría lastimar a una persona inocente", le dijo al jurado la semana pasada.
La prensa difundió un video poco después del incidente el cual fue tomado por un vecino y en el que aparece Guyger llorando mientras habla por teléfono.
También en la grabación de la llamada al 911, el número de emergencias, se le puede escuchar mientras de forma repetida le pide disculpas a Jean.
Sin embargo, hubo varios elementos que arrojan dudas sobre ese recuento de los hechos.
El fiscal Jason Hermus dijo que "no había otra alfombra como este en todo el edificio", sosteniendo la alfombra en la mano.
"Esto sobresale, literalmente, como un pulgar rojo... Y ella se acercó y se puso encima", señaló el fiscal.
Racismo o favoritismo
Los familiares de Jean contrataron el año pasado al abogado Benjamin Crump, quien trabajó en los casos de Trayvon Martin y de Michael Brown, dos adolescentes afroestadounidenses desarmados que murieron a manos de un vigilante vecinal voluntario y de un agente de policía, respectivamente.
"Los negros en Estados Unidos han sido asesinados por la policía de las formas más insólitas", le dijo Crump a la prensa luego de las primeras audiencias el año pasado.
"Ustedes saben, al conducir un auto siendo negros, al caminar por nuestros barrios siendo negros... y ahora nos están matando al estar viviendo en nuestros apartamentos siendo negros", señaló.
También surgieron cuestionamientos sobre la forma como las autoridades manejaron el caso.
Merritt, el otro abogado de la familia Jean, criticó el hecho de que Guyger no fuera detenida inmediatamente en el lugar de los hechos sino hasta días después.
"No queremos que nadie obvie el hecho de que, si hubiera sido un ciudadano cualquiera, ella nunca habría podido irse de la escena del crimen", dijo.
También cuestionó que tras ordenarse su detención, a la agente se le permitiera entregarse a las autoridades en el condado Kaufman, un lugar rural al sureste de Dallas y recluirse en una cárcel aún más remota.
Guyger se entregó a las autoridades, pero luego salió en libertad tras pagar una fianza de US$300.000.
Más allá de EE.UU.
El impacto de este caso superó las fronteras de Estados Unidos.
Jean nació y creció en la isla caribeña de Santa Lucía, donde su madre trabajó en el gobierno y cuya ciudadanía aún detenta.
Durante la rueda de prensa, los abogados de la familia estuvieron acompañados por el primer ministro de ese país, Allen Chastanet.
Jean se graduó en una universidad de Arkansas y trabajaba en la consultora internacional PricewaterhouseCoopers (PwC), empresa que calificó lo ocurrido como "una terrible tragedia".
El joven, de 26 años de edad, era conocido por ser un hombre religioso que participaba en las actividades de su iglesia local.
El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, calificó a Jean como "un ciudadano ejemplar".