Santiago del Estero, Sábado 20
Abril de 2024
X
Regionales

Inesperada hipótesis sobre el tiroteo a un comisario de la Federal en Rosario

El comisario Mariano Valdés viajaba en un auto cuando fue baleado en la autopista Buenos Aires-Rosario

18/09/2019

La hipótesis de que el jefe de la Policía Federal de Santa Fe, Mariano Valdés, fue blanco de un "ataque mafioso" en la autopista Buenos Aires-Rosario, como lo interpretó en las primeras horas siguientes al hecho el Ministerio de Seguridad de la Nación, empieza a perder fuerza.

Los peritajes determinaron que la herida de bala que el comisario recibió en la ingle fue por un disparo a corta distancia, a unos 30 centímetros, y que se produjo dentro del auto en el que viajaba con la suboficial Roxana González, de 27 años, que también se desempeña en la Delegación Santa Fe de la Policía Federal, pero ahora se encuentra con licencia psiquiátrica, por lo que no volvió a declarar en la causa que se investiga en Santa Fe. Los fiscales la citaron otra vez y si no se presenta la llevarán a los tribunales por "la fuerza pública".

Los legistas detectaron que en la zona de la ingle de Valdés, donde recibió uno de los dos tiros, quedó una "aureola de ahumamiento", que solo aparece cuando el disparo se efectúa a mínima distancia del cuerpo.

La hipótesis de que se trató de un ataque mafioso perdió sentido porque los peritajes indicarían algo contrario al relato hecho por el comisario Valdés: que nunca hubo un enfrentamiento a tiros con tres atacantes encapuchados, como declararon desde un principio tanto el jefe policial y su acompañante.

En la declaración que le tomaron los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación, Valdés dijo que nunca se bajó del Ford Focus en el que viajaba con la suboficial desde Buenos Aires hacia Santa Fe. Con el resultado del peritaje todo indicaría que la herida que el comisario tiene en la ingle se la habría producido su compañera. Lo que resta determinar es cómo se produjeron los otros siete balazos que tiene el Ford Focus.

Ante esta situación en la causa judicial, los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación ordenaron el lunes a la noche, luego de que terminaran de tomarle declaración a Valdés por segunda vez, traer por la fuerza pública a la suboficial González para declarar en Rosario. La mujer quiso evitar una nueva declaración y presentó un certificado psiquiátrico del hospital Churruca.

Otra decisión que llamó la atención en la causa es que desde el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe decidió apartar a la Gendarmería Nacional como auxiliar de la investigación. Fuentes del MPA señalaron que no es porque su trabajo pericial merezca objeciones sino porque responden a la misma jefatura política que la Policía Federal, según señaló el diario La Capital. Todas las medidas pendientes fueron asignadas a la Policía de Investigaciones (PDI) y al Organismo de Investigaciones de Santa Fe.

Aunque los investigadores no descartan ninguna hipótesis toma fuerza la de una pelea entre los dos policías que iban en el auto. Esta trama ganó importancia por sobre las otras: un ataque fruto de una interna policial o un robo al voleo, como planteó Valdés en la última declaración cuando dijo que escuchó decir a los supuestos atacantes "bajáte o te mato".

Entre las inconsistencias en la versión de un atentado contra Valdés se destaca el hecho de que no se encontraron las vainas de los tiros de los supuestos atacantes en el lugar que el comisario dijo que se había producido la emboscada, cuando detuvo el auto en la banquina para que su acompañante cambiara la yerba del mate.

Tampoco se encontró la yerba. Varios días después del hecho Gendarmería halló vainas que aparentemente pertenecen a una pistola Bersa calibre 9 milímetros. Las otras dos armas secuestradas son las de Valdés y González, una CZ y una Taurus, respectivamente, lo que implica que se usaron tres armas en el lugar del incidente.

Un peritaje adicional de la Gendarmería indica que junto a las huellas del Ford Focus están las de otro vehículo que se presume involucrado en el caso. Estos dos informes validaban el relato del hecho de Valdés. Pero el informe médico de sus heridas revelaron otra cosa: que el disparo habría sido de su acompañante.

Entre las medidas que solicitaron los fiscales se destacan las listas de llamadas entrantes y salientes de los celulares de Valdés y de su compañera.

En su primera declaración la mujer dijo no haber realizado llamadas antes del incidente, pero en una parada previa una cámara la tomó hablando por teléfono. Por el tráfico de datos, sería una llamada de WhatsApp.