Francia. Unos vecinos denunciaron a una mujer por las molestias que provoca el gallo, pero la justicia falló a favor del animal y su dueña.
En Francia, la justicia ha autorizado al gallo Maurice a seguir cantando en la propiedad de su dueña, rechazando así la denuncia presentada por unos vecinos que lo acusaron de despertarlos demasiado temprano, informó AFP.
Unos vecinos de la isla francesa de Olerón lo acusaron de despertarlos demasiado temprano con su canto, y exigían a su propietaria que lo retirara o silenciara.
Durante meses tuvo lugar una batalla legal entre Corinne Fesseau, propietaria del gallo, y un grupo de vecinos que la denunciaron por los ruidos matutinos del animal.
Este jueves el Tribunal Penal de Rochefort, departamento de Charente Marítimo, ha desestimado la querella.
Julien Papineau, abogado de Fesseau, indicó que "Maurice ha ganado [el juicio] y los demandantes tendrán que pagar a su propietaria 1.000 euros (unos 1.100 dólares) por daños y perjuicios", además de abonar los honorarios legales.
La defensa de los demandantes, una pareja de jubilados que tiene una casa de vacaciones en la localidad rural de Saint Pierre d'Oléron, argumentaba que las propiedades de las partes involucradas se encuentran dentro de "una urbanización" y no en "medio del campo", por lo que exigía que el gallo sea retirado o silenciado.
Maurice se ha convertido en una figura local y contaba con el apoyo incluso de las autoridades. El acalde de Saint Pierre d'Oléron, Christophe Sueur, condenó la demanda e indicó que en el pueblo "siempre hemos vivido con huertos, gallineros y tenemos una vida bastante tradicional".
Aunque parezca raro, este proceso judicial no es el único en Francia, ya que está previsto que en octubre un tribunal de la comuna de Dax, departamento de Landas, revise el caso de unos gansos y patos acusados de ruidos molestos.