De acuerdo con un reporte, no todos los funcionarios indagados se tomaron a broma la posibilidad de que la Administración Trump adquiera la isla más grande del mundo.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha expresado interés en que su país compre Groenlandia en reiteradas conversaciones con sus allegados, según reportan medios estadounidenses citando fuentes en condición de anonimato.
The Wall Street Journal señala que el mandatario inicialmente planteó la adquisición el año pasado en una cena, en la que escuchó que Dinamarca, reino del que forma parte Groenlandia, tiene problemas para apoyar financieramente a ese territorio autónomo.
"¿Qué piensan acerca de eso, chicos? ¿Creen que funcionaría?", preguntó entonces el inquilino de la Casa Blanca, según cita una de las fuentes.
Según trascendió, Trump desde esa cena toca el tema en reuniones y conversaciones informales, aunque con diferentes grados de seriedad. Llegó al punto, no obstante, de solicitar a sus asesores que estudiaran esta posibilidad.
Viaje a Dinamarca
Trump, que amasó una fortuna personal con negocios de bienes raíces, tiene programado un viaje a Dinamarca dentro de dos semanas, aunque los reportes apuntan a que no estaría relacionado con ambiciones inmobiliarias.
Mencionan, no obstante, que el mandatario ha prestado especial atención cuando se habla sobre los vastos recursos naturales de Groenlandia y su ubicación estratégica. Los reportes añaden que se ha abordado el tema de la seguridad nacional en las discusiones sobre una hipotética adquisición.
La isla, cuyo territorio está cubierto en más de tres cuartas partes por hielo (que se derrite aceleradamente), alberga la base militar Thule —la más septentrional de EE.UU.—, y gracias a un antiguo acuerdo el Gobierno danés permite al país norteamericano efectuar operaciones militares en prácticamente todo ese territorio.
¿Idea descabellada?
De acuerdo con el diario, algunos de los asesores del presidente apoyaron el concepto de la compra y lo calificaron como una acertada movida económica, mientras que otros de plano lo tomaron como una idea descabellada que nunca se volverá realidad.
The Washington Post, citando sus fuentes, precisa que los asesores se han dado a la tarea de investigar cuál es el proceso a seguir —y si sería del todo legal— para adquirir un territorio con 58.000 habitantes que tiene su propio gobierno.
No es la primera vez que EE.UU. se interesa por Groenlandia: en 1946, el presidente Harry Truman intentó comprar la isla por 100 millones de dólares, pero la oferta fue rechazada por Copenhague. Washington sí ha tenido éxito en otros intentos análogos, como cuando adquirió en 1917 las Indias Occidentales Danesas que luego rebautizó como las Islas Vírgenes de EE.UU. No obstante, se reporta que los asesores se preguntan de dónde se originaría el dinero para respaldar una oferta de compra de la isla, que con sus 2,2 millones de kilómetros cuadrados es la más grande del mundo.
Fernando Moragón, experto en geopolítica opina que Donald Trump habría hablado sobre esta compra porque tendría intención de buscar concesiones de Dinamarca, como la ampliación de la presencia militar de EE.UU. en Groenlandia.