Su pareja recordó cómo fueron los últimos minutos antes de que se descompensara en la guardia del Hospital Provincial del Centenario de Rosario. "Yo quiero justicia, nada más", aseveró.
Juan Carlos Borini, de 64 años, estaba muy dolorido. El hombre, que sufría diabetes y cirrosis, se había acercado al Hospital Provincial del Centenario de Rosario porque le costaba respirar. Como la guardia estaba colapsada de pacientes, se quedó esperando alrededor de seis horas para ser atendido. Pero fue demasiado tarde. Su pareja, que estaba junto a él, se dio cuenta de que se había muerto en el lugar. "Me duele, no puedo aguantar más”, le había dicho antes de llegar.
El trágico episodio ocurrió el martes pasado. A raíz del escándalo que generó este caso, el Ministerio de Salud provincial y un fiscal de la Unidad de Homicidios Culposos están investigando lo sucedido. Hasta el momento, ya secuestraron la historia clínica que estaba en ese centro de salud y pidieron el resultado de la autopsia.
Silvia, de 52 años, era la pareja de Juan Carlos. En diálogo con Clarín, contó que convivía con él desde hace nueve años y que estaban esperando que le salieran los trámites jubilatorios para irse de viaje por la Argentina. "No lo puedo creer. No caigo", le repitió a ese diario con respecto a cómo todo cambió.
La mujer detalló que el lunes lo había acompañado al hospital porque no se sentía bien. Hace unos meses, a causa de una úlcera que derivó en una infección, le habían amputado una pierna. Desde entonces, el hombre se trasladaba en silla de ruedas. Cuando llegaron a la guardia, les avisaron que había nueve horas de demora. Prefirieron irse y volver al día siguiente.
Pero Silvia no se había quedado tranquila, veía que Juan Carlos no estaba bien. Por eso llamó a una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias. "Lo revisaron y me dijeron que le entraba bien aire en los pulmones y que lo lleve a control al otro día", sostuvo.
Cuando la pareja se acercó a la guardia el martes, alrededor de las tres de la tarde, la sala de espera seguía repleta. "Andá a decirles que me duele, que no puedo aguantar más", le dijo el hombre desesperado a la mujer. "Me dijeron que no lo podían atender porque tenía ocho personas adelante. Me dijeron que estaban saturados", recordó ella.
Mientas tanto, las horas pasaban y no tenían ninguna respuesta. Silvia le pedía que aguantara, que ya faltaba poco. Alrededor de las 21, Juan Carlos se bajó el gorro. Ella pensó que eso podía ayudarlo a dormir un rato. Pero hubo algo que le llamó la atención. "Estaba muy quietito y me parecía raro porque si no a cada rato me llamaba. A los cinco minutos le levanto la gorrita y ya se le caía la baba. Estaba muerto", detalló consternada.
Emilse, una mujer que también estaba esperando en la guardia, contó que de repente escuchó un griterío. "Sentí que empezaron a gritar. '¡Está muerto!", indicó la testigo, que quedó en shock al ver cómo los médicos salieron recién en ese entonces a atender al hombre.
El subsecretario de Salud de Santa Fe, Adrián Rascano, explicó que el paciente sufrió una descompensación en la sala de espera, donde se constató que había tenido un paro cardiorrespiratorio. A pesar de que se le realizaron tareas de reanimación durante unos 45 minutos, este procedimiento no tuvo éxito. Y aclaró que se abrió un sumario interno para investigar el caso.
"Yo quiero justicia, nada más. No puede ser esto. Así como me pasó a mí le va a pasar a mucha gente. Voy a mover cielo y tierra para tener justicia", aseveró Silvia, que ya adelantó que iniciará la batalla legal el lunes.