Edith Oliva, hermana del joven ganador de “Cuestión de Peso” fallecido la semana pasada, se refirió a la discriminación y los inconvenientes que sufren las con personas con obesidad y sus familiares.
Hace una semana, luego de luchar contra la obesidad durante varios años, falleció Maxi Oliva, el primer ganador de Cuestión de Peso en 2006, a los 34 años, tras sufrir una recaída en su enfermedad: habría llegado a pesar más de 400 kilos. Tras su deceso, la familia del joven demostró todo su dolor en los medios de comunicación.
Primero fue su padre, Carlos, quien habló en Confrontados (El Nueve, lunes a viernes a las 15) e hizo una fuerte denuncia contra Alberto Cormillot al asegurar que hubo abandono de persona por parte del Centro Municipal de Obesidad y enfermedades Metabólicas. Pero quien habló ahora es Edith Oliva, su hermana, quien hizo un relato más crudo y humano en un diálogo telefónico con Intrusos (América, lunes a viernes a las 13).
Edith, quien también padece obesidad, lamentó el triste desenlace de su hermano y entre lágrimas aseguró: "Maxi hizo lo que pudo, lamentablemente se fue y hagamos lo que hagamos no lo vamos a revivir. Yo quiero hacer algo, que no quede en la nada, que la muerte de mi hermano sirva para algo".
Y luego hizo un duro cuestionamiento a las instituciones que no están preparadas para tratar con personas con obesidad. Para ejemplificarlo, contó crudamente como fue todo el proceso después del fallecimiento de Oliva: "A mi hermano lo tuvimos que velar en su cama porque no hay salas velatorias para obesos, cajones para obesos tampoco hay...".
"Hay mucha gente que necesita ayuda, hay gente que se deprime porque esta sociedad discrimina mucho al obeso. Esta enfermedad es así, hacés lo que podés. Yo una vez me tuve que hacer una tomografía y me mandaron al zoológico porque no hay tomógrafos para gente obesa. Es una vergüenza", se quejó.
Y agregó sobre las dificultades que sufren los obesos en la vida diaria: "En el cine no hay butacas, no podemos ir a ver obras de teatro... ¡somos personas! Tenemos que pagar fortunas por la ropa. En cada hospital tendría que haber una o dos camas para obesos", sugirió.
Desconsolada, reveló detalles tremendos sobre las dificultades que tuvieron con el cuerpo, tras la muerte del ex participante de Cuestión de peso. "No pudimos cremar a mi hermano porque no entraba en un horno. Tuvimos que mandar a hacer un cajón porque no hay cajones para obesos. Yo solamente quiero que de esto salga algo, que no quede así", concluyó resignada Edith.