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Según un informe, a los jóvenes les crecen cuernos en sus cráneos

Un crítico de la investigación dice que “no se sostiene”, mientras que otro dice que la hipótesis del artículo es solo especulativa.

22/06/2019

Los investigadores David Shahar y Mark Sayers de la Universidad de la Costa del Sol en Queensland, Australia, publicaron sus hallazgos por primera vez en 2016, y lo siguieron con un artículo publicado este año en la revista Scientific Reports. El estudio encontró una segunda vida después de que BBC publicara un artículo, “Cómo la vida moderna está transformando el esqueleto humano”, que citó su trabajo.

En su investigación, Shahar y Sayers dijeron que los jóvenes pueden estar desarrollando pequeños picos en forma de cuernos en la parte posterior de sus cráneos, posiblemente debido al cambio en el peso de nuestras cabezas desde la columna vertebral a los músculos de la parte posterior de nuestra cabeza y cuello. Esta característica anatómica se denomina protuberancia occipital externa o EOP, por sus siglas en inglés.

¿La posible causa de este cambio de peso? Probablemente lo has adivinado. Los investigadores plantean la hipótesis de que se debe a la mala postura de las personas que inclinan la cabeza más hacia adelante debido al uso del teléfono y los dispositivos móviles.

Para su primer estudio, los dos investigadores establecieron un umbral de 5 milímetros para registrar un EOP, y lo consideraron un EOP agrandado si superaba los 10 milímetros de longitud. Descubrieron que el 41% de los participantes, entre las edades de 18 a 30 años, tenían un EOP agrandado en sus cráneos.

Estos tipos de espolones óseos se encuentran más comúnmente en los ancianos y se supone que son una parte normal del proceso de envejecimiento. Sin embargo, Shahar y Sayers creen que el avance de la tecnología ha cambiado la línea de tiempo para este tipo de crecimiento óseo.

Su segundo trabajo estudió un tamaño de muestra más grande de 1.200 rayos X para sujetos de 18 a 86 años de edad. El 33% de los sujetos tenían el crecimiento óseo, pero curiosamente, el crecimiento disminuyó con la edad.

“He sido médico durante 20 años y, solo en la última década, he estado descubriendo cada vez más que mis pacientes tienen este crecimiento en el cráneo”, dijo Shahar a BBC.

Pero no todos están de acuerdo con las ideas de los investigadores.

John Hawks, el distinguido profesor de Vilas-Borghesi del Departamento de Antropología de la Universidad de Wisconsin-Madison, dijo que “este estudio no se sostiene”.

Hawks señaló que el estudio carecía de una tabla de resultados que hubiera ofrecido más detalles sobre sus hallazgos y que existen contradicciones entre el texto y los cuadros del estudio.

Hawks cree que los datos presentados no se están midiendo consistentemente.

“No hay información sobre la duración o la frecuencia del uso del dispositivo manual en este estudio, por lo que no es posible establecer una correlación entre las observaciones de EOP agrandados y el uso de dispositivos”, dijo a CNN la Dra. Mariana Kersh, profesora asistente en el Departamento de Ciencias Mecánicas e Ingeniería de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y directora del Laboratorio de Biomecánica de Tejidos. “Definitivamente no hay causa y efecto demostrados en este estudio”.

“La hipótesis sobre la función del uso del dispositivo manual es solo especulativa y no se basa en ningún dato presentado en este estudio”.

El estudio carece de un grupo de control, y se toman las radiografías de los pacientes que tuvieron que visitar a un quiropráctico con problemas de cuello lo suficientemente graves como para que se les tomen radiografías, que pueden no ofrecer la mejor imagen de la población en general.

El cambio de postura por sí solo puede no ser suficiente para estimular semejante adaptación ósea.

“La adaptación ósea usualmente ocurre en respuesta a movimientos dinámicos repetitivos que el cuerpo no está acostumbrado a ver”, dijo Kersh. “La tensión en el hueso también debe ser de suficiente magnitud (más alta de lo normal) para inducir la adaptación. Con lo que sabemos acerca de cómo responde el hueso a la carga mecánica, el cambio de postura por sí solo no resultará en cambios en los huesos, especialmente en una sola vida.

“Es posible inducir la adaptación ósea a través de la carga musculoesquelética, pero requiere una carga incremental, repetitiva y atípica, que son diferentes de las cargas hipotéticas sugeridas por Shahar y Sayer”.