El español publicó un extenso escrito donde mezcló sensaciones personales, la historia de un nene que conoció en la India y su futuro.
El fútbol es una herramienta magnífica para unir a las personas y cambiar vidas a mejor. En Marzo tuve el privilegio de visitar la India por primera vez, y me inspiró la historia de Umesh Rathod, un futbolero empedernido de 15 años que conocí en Mumbai.
Umesh se enfrenta a diario a numerosas dificultades en la comunidad de chabolas donde vive. Allí el acceso al agua es limitado y algunos niños se ven obligados a dejar el colegio paratrabajar y así ayudar a sus familias.
Sin embargo, los padres de Umesh insistieron en que siguiera estudiando y lo animaron a seguir su pasión: el fútbol. Conocí a su familia y me enseñó su casa, sus medallas y sus trofeos. Estaba emocionado con la visita y lo mismo me pasó a mí. Me di cuenta casi inmediatamente de que tiene la actitud y el carácter adecuados para afrontar cualquier situación, y el fútbol lo ayudará enormemente.
Nuestro encuentro en Mumbai fue sólo un ejemplo de cómo Generation Amazing – programa creado en 2018 con el objetivo de que el Mundial de 2022 tenga un legado humano y social, está utilizando el poder del fútbol para cambiar vidas y hacer posible un desarrollo social sostenible en comunidades como la de Umesh.
En Mumbai celebramos que Generation Amazing ha comenzado a construir un campo de fútbol comunitario que disfrutarán tanto Umesh, como sus vecinos, entre ellos Poonam, una futbolista de 19 años que además entrena a niños de su comunidad.
Desde pequeño tuve claro que el fútbol era mi pasión. Es mi vida. Visitar la India y conocer a estos niños ha sido una experiencia maravillosa. La libertad que se siente de niño es incomparable y, por ello, poder ayudar a estos niños me ha hecho sentir muy orgulloso y feliz. El fútbol puede cambiar el mundo, sin duda.
En Umesh vi la felicidad que produce el fútbol, que me llevó atrás en el tiempo, a la sensación de querer triunfar. Durante las próximas cuatro semanas, me ataré las botas para jugar los últimos partidos de una carrera inolvidable que se ha prolongado durante 21 años y me ha llevado por todo el mundo.
Ganar la Liga de las Estrellas de Qatar, el único título que me faltaba, ha sido un final perfecto para mi carrera como jugador en Qatar. Desde que llegué, habíamos ganado todo excepto la liga, así que me alegro mucho por Al Sadd Sports Club, un equipo admirable que ha trabajado muy duro para ganar merecidamente este título.
Como deportista, nunca te cansas de ganar. Una vez ganado un título, siempre deseas ganar más. Tenemos una muy buena generación de jugadores de fútbol en Qatar, muchos de ellos de la selección nacional que ganó la Copa Asiática a principios de este año.
Ha sido un privilegio jugar al fútbol hasta los 39 años y ahora me gustaría terminar la temporada en la cima ganando la Copa del Amir y llegando a la siguiente fase en la Liga de Campeones de Asia. Esta es mi última temporada como jugador, pero estoy deseando ver qué me depara el futuro como entrenador.
Mi filosofía como entrenador refleja el estilo que desarrollamos durante muchos años bajo la influencia de Johan Cruyff y de La Masía, y que tiene su máximo exponente en la forma de jugar al fútbol en el Barcelona. Me encanta ver a los equipos tomar la iniciativa en el campo, el fútbol de ataque y volver a la esencia de lo que todos amamos desde nuestros días de infancia: el fútbol de posesión.
Lo que he logrado en las últimas dos décadas ha sido un privilegio y, por ello, creo que es mi deber sacar la iniciativa del campo y devolver a través del fútbol siempre que me sea posible. Es por eso que mi trabajo con Generation Amazing es tan importante para mí, y espero continuar con este maravilloso programa y el magnífico proyecto que es Qatar 2022.
Umesh es uno de los más de 250,000 jóvenes a los que hemos llegado hasta la fecha. Generation Amazing ha construido 28 campos de fútbol en esta región y en Asia, creando programas que educan y preparan a los jóvenes para que se conviertan en líderes en sus comunidades a través del poder unificador del fútbol.