El ladrón se cortó una mano y dejó rastros de sangre. Además, dejó un DNI que se investiga si era el suyo.
La madre de Fernando Pastorizzo (20), el joven asesinado en diciembre de 2017 por Nahir Galarza (20) en Gualeguaychú, sufrió un robo en su casa, adonde vive con su pareja. Lo llamativo es que dentro de la propiedad encontraron un DNI, restos de sangre y una huella de una mano en una ventana.
La Policía cree que fue un solo delincuente el que irrumpió en la vivienda de Nágera al 900. Además, investiga si el autor del hecho es el dueño del DNI o si plantó el de otra persona para inculparla.
Carla Pastorizzo (25) y su madre, Silvia Mantegazza (53), habían salido el domingo a pasear para compartir un momento juntas ya que la joven vive en Buenos Aires y viajó el fin de semana a Gualeguaychú.
A las 18.30, el marido de Silvia volvió a la casa y se encontró con una escena inusual. Faltaban algunas cosas y el delincuente había dejado demasiadas evidencias a simple vista.
Según los investigadores, el ladrón intentó forzar la puerta de entrada y no pudo. La habitación de Carla, que da a la calle, fue por donde se escabulló para poder ingresar.
Sin romper el vidrio, forzó la ventana y violentó la traba. Por allí también se escaparía.
"Nos robaron una tele, una compu y mi bolso con ropa. Lo raro es que en lugar de sacarle los cables a la tele, los cortó con un cuchillo de mi cocina y se lastimó", le dijo Carla a Clarín.
El ladrón robó con muy poca preparación y cuidado. Y actuó con una llamativa torpeza. En el vidrio de la ventana dejó la huella de una mano y además, dentro de la casa, encontraron un rastro de sangre y un documento de identidad.
"Dejó sangre en la cocina y en mi habitación. En la habitación también había un DNI que están intentando averiguar si es de la persona que entró o si lo dejaron a propósito", contó la hermana de Fernando.
Por otra parte, la familia cree que el ladrón tuvo muy poco tiempo para llevarse las cosas y que se puso nervioso, por lo que cometió tantos errores. "Tenemos cinco perros que seguro hicieron un escándalo terrible. No había nada revuelto ni fuera de lugar. Incluso la tele de mi cuarto estaba intacta, creemos que actuó con muy poco tiempo y solo", cerró Carla.
Cuando la Policía Científica llegó al lugar tomó las huellas de la ventana, secuestró el DNI, el cuchillo con el que se lastimó y cortó los cables de la TV, como también las muestras de sangre.
La denuncia del robo fue radicada en la comisaría 6° de Gualeguaychú.
El crimen de Fernando
El 29 de diciembre del 2017, a las 5.30 de la madrugada, Fernando Pastorizzo fue encontrado por un remisero, tirado al lado de su moto, en una calle de tierra de la ciudad de Gualeguaychú. Tenía dos balazos en el cuerpo. El hombre quiso ayudarlo, pero el joven murió poco después. La Policía creyó, en un principio, que había sido víctima de un juste de cuentas o de una venganza.
La noche siguiente, Nahir Galarza, que primero había declarado como testigo, confesó el crimen de su novio. Admitió que había usado una pistola calibre 9 milímetros que era el arma reglamentaria de su padre policía, Marcelo Galarza. La chica quedó detenida y con prisión preventiva en la Comisaría del Menor y la Mujer de Gualeguaychú.
El 3 de julio de 2018, Galarza fue condenada a prisión perpetua, que implica una pena de 35 años de cárcel. El tribunal de Gualeguaychú la encontró culpable de "homicidio calificado por la relación de pareja" que tenía con la víctima.
También desestimó los agravantes de alevosía y de uso de arma de fuego, pedidos por la fiscalía y la querella. Del mismo modo, desacreditó el postulado de la defensa, que sostenía que la chica era víctima de violencia de género por parte de Pastorizzo.
La joven cumple su condena en la cárcel de Paraná y espera que una sala de la Cámara de Casación de Concordia analice su apelación para no pasar 35 años tras las rejas.