María Inés Baragatti ya acumuló más de 800 mil visitas con sus videos. “Debo de hacer algo distinto a los demás”, dice con humildad.
Las nuevas generaciones utilizan las redes sociales de manera natural y habitual. En muchos casos, los jóvenes ven videos en YouTube para escuchar música, entretenerse e incluso aprender o informarse. Así fue como María Inés Baragatti (70) fue descubierta por muchos.
Es profesora jubilada, y más de 800 mil personas ya vieron las clases de matemática que da través de esta plataforma.
Toda esta vorágine de las redes empezó hace dos años, cuando un ex alumno la contactó para que diera una charla que trascendió la Universidad Nacional de La Plata y tuvo un enorme impacto a nivel nacional e internacional por su modo de enseñar matemática.
“En 2017 me escribió por mail Damián Pedraza, un joven de Lobos que había sido alumno mío, diciéndome que quería volver a escucharme. Recuerdo que había gente con carteles, de los que fui profesora en 1972. Di como tema números complejos”, recuerda María Inés.
Y agrega: “Él lo subió a Youtube y tuvo bastante impacto por mi manera de explicar. Yo les digo a mis alumnos que no me crean, que yo lo planteo y que ellos lo vean”.
Debido al furor que tuvo esa clase, que sumó más de 800 mil espectadores online, la profesora de Bernal que dedicó más de 40 años a ejercer la profesión, grabó una segunda clase. Fue el martes de la semana pasada y ya es otro boom. Sus explicaciones se pueden ver en varios videos.
“Yo creo que algo debo de hacer distinto a los demás. Cuando terminé de dar la clase se acercó un joven y me dijo que me seguía por Youtube, que va a la secundaria y vino desde Capital a escucharme”, afirma.
Y continúa, emocionada: “Yo no lo había notado pero cuando hablé con su madre me comentó que el chico estuvo toda la clase con barbijo porque hacía tres horas había dejado terapia intensiva y la doctora lo autorizó a venir a mi clase”.
Actualmente da clases por placer, pero ya no trabaja de eso. Mientras tanto, en las redes sociales, cada vez la conocen más. “Además les doy clases, sin cobrar, a conocidos o gente que me pide. Lo hago por pasión, para que los demás aprendan. No me dedico más como profesión pero lo hago para ayudar”, concluye.