El novio también agredió a varios empleados del salón porque no quisieron darle más alcohol.
Iba a ser la boda perfecta. Los recién casados habían planificado hasta el mínimo detalle de la fiesta en el lujoso Valley Country Club, ubicado en Pensilvania, Estados Unidos. Pero el evento terminó de manera inesperada: el novio fue detenido en pleno festejo por haber acosado sexualmente a una moza.
Según trascendió por fuentes policiales, Matthew Aimers, de 31 años, increpó a una mesera -menor de edad- y le preguntó si quería ir afuera del salón para tener sexo.
La joven declaró ante las autoridades que el novio le dijo que él podía "hacer lo que ella quisiera" y que le ofreció 100 dólares para que lo besara "como si de verdad lo amara". Todo esto, a pocos metros de su esposa Kayla y todos sus seres queridos.
La moza se negó, pero la situación se volvió más violenta. Aimers le insistió y la siguió hasta el baño de mujeres. Una vez allí, la empujó en uno de los cubículos, la tocó y le mostró sus genitales. La adolescente logró escapar.
Pero esta no fue la única agresión denunciada en la boda. Durante la fiesta, la policía de Northampton Township recibió la llamada de uno de los invitados para que fueran al lugar. El hombre advirtió que el novio estaba muy violento y que empujaba a los trabajadores del catering.
Cuando los policías llegaron al salón, los empleados les explicaron que Aimers los había golpeado porque no le permitieron ingresar alcohol ajeno al evento. Y cuando lo quisieron detener, el recién casado los invitó a pelear porque no quería subirse al patrullero. Hasta intentó escapar y tomarse un colectivo para irse a su casa.
Aunque el casamiento fue el 24 de noviembre pasado, el caso salió a la luz esta semana porque el acusado tuvo que presentarse ante el tribunal. La Justicia lo procesó por agresión sexual, exposición indecente, hostigamiento y delitos relacionados. También lo imputaron por asalto simple, conducta desordenada y resistencia al arresto.
Lejos de los planes que tenía de irse de luna de miel, Aimers pasó los últimos tres meses en prisión. Y fue liberado después de pagar el 10 por ciento de la fianza. Su abogado, Louis Busico, argumentó que su defendido "niega absolutamente todos los cargos" y que espera limpiar su nombre.
Por su parte, el letrado confirmó que su esposa lo apoya completamente y que cree en su inocencia. En ese sentido, desmintió que tras el escándalo de su boda haya pensado en divorciarse.