Hoteleros y comerciantes reconocen que bajó considerablemente el consumo de quienes llegaron a la vecina provincia de Córdoba para pasar sus vacaciones.
No es la temporada que esperaban en las Sierras, más allá de controversias por uno u otro cálculo de la ocupación hotelera. Y no lo es tanto porque falte gente, sino porque falta gasto.
Febrero genera alguna expectativa de que el consumo por turista aumente, aunque sea levemente, respecto de enero. Es lo que ocurre desde hace tiempo: el segundo mes suele movilizar un poco menos de gente que el primero, pero con un poder de gasto algo mayor. Eso está por verse este año.
“De febrero no tenemos números aún. Los de enero los estamos cerrando, pero nos dio un uno por ciento arriba del año pasado en ocupación en la primera quincena y entre dos y tres por ciento abajo en la segunda. Quizá terminemos el verano uno o dos puntos debajo del anterior, pero hay que recordar que esa temporada fue muy buena en ocupación”, resume Julio Bañuelos, presidente de la Agencia Córdoba Turismo.
Es la primera vez que oficialmente se admite que esta temporada tendría menos turistas que la pasada, aunque con una diferencia leve. La estimación oficial es que en los tres meses de verano pasarían por Córdoba unos cinco millones de visitantes, el número que se viene manejando –con más y con menos– en la última década.
Para febrero, las reservas previas son alentadoras (en torno al 50 por ciento) siempre y cuando se sume más gente sobre la marcha.
“Hay que ver el día a día, y si el clima ayuda más que en enero para las salidas cortas”, plantea Sebastián Boldrini, secretario de Turismo de Villa Carlos Paz.
En enero, la ocupación promedio –según la Agencia Córdoba Turismo– superó el 70 por ciento en la primera quincena y el 75 en la segunda, con picos del 85 en fines de semana. Pero con marcados matices según categorías de establecimientos y regiones.En todas las localidades serranas coinciden en que los alojamientos de mayor categoría estuvieron con ocupación casi plena. Son los que reciben al turista de mayor poder adquisitivo y, en parte, a los que este verano no vacacionaron en el exterior. Pero esos hoteles y cabañas representan apenas el 20 por ciento de la oferta cordobesa, más dirigida a la clase media. Los establecimientos de una y dos estrellas son lo que más complicados están.
El matiz por regiones marca que, repasando los principales valles, los números pintan mejor en Calamuchita. Punilla está algo por debajo y Traslasierra se divide en dos: el norte (Mina Clavero y Cura Brochero), con un público más masivo, luce más flojo en ocupación que los pueblos del sur, con una oferta más categorizada (Nono, San Javier y otros).
Donde no hay matices ni dudas es respecto del bajo nivel del gasto promedio. Si bien la mayoría puede admitir que en gente el movimiento podría ser similar al de los cinco o seis veranos anteriores, en gastos casi todos coinciden en que es el más reducido. Turismo gasolero, le dicen.
Consumo estrecho
La dueña de un complejo de cabañas en Mina Clavero aporta un dato que otros copian y pegan: “Estamos trabajando bien, hay gente. Pero usan los asadores como nunca. No salen a comer. La mayoría compra en el súper y come acá”, señaló.
El propietario de uno de los complejos de mayor categoría y precio de Calamuchita señala algo más: “Estamos llenos, la gente que viene tiene autos nuevos y muy caros. Pero se cuidan en las salidas, más que otros años”.
La conclusión es que, más que para el alojamiento, la temporada viene floja para restaurantes y entretenimiento. La contracara son los supermercados y locales de comidas económicas.
Bañuelos repite un dato: el gasto diario estimado por turista ronda los 1.550 pesos, un 19 por ciento más que en el verano pasado. Pero con una inflación anual del 47.
“En gente, es una temporada similar a muchas de las anteriores. La ecuación económica es otra cosa. Al sector empresario turístico se le complica: no pueden subir tarifas porque la gente no tiene para gastar, pero a la vez están empujados por los mayores costos que tienen”, admite el jefe de la Agencia Córdoba Turismo.
Hoteleros disconformes en Villa Carlos Paz
"Es la peor temporada en 10 años para Carlos Paz”, dijo Leonardo González, de la Asociación Hotelera local. Estimó que la ocupación promedio en enero fue del 65 por ciento. “Esperábamos más”, señaló. En Turismo del municipio no coinciden: para Sebastián Boldrini, la temporada es “buena”, aunque con “un bajo nivel de gastos”. Estimó la ocupación de enero en un 70%, y acotó que este año creció más la demanda de casas y departamentos que la de hoteles.
Opiniones sobre la temporada: coincidencias, pero con matices
La Falda. Para Diego Véliz, secretario de Turismo, “la primera quincena de enero estuvo al 70 por ciento, un ocho menos que el año pasado. La segunda subió a casi un 80, también algo inferior al verano anterior. Impactaron el contexto económico y el factor climático”. Para febrero tienen “buena expectativa”.
Los Reartes. “Ahora estamos bien, a un 84 por ciento, y está llegando mucha gente sin reservas”, apuntó Valeria Calarco, directora de Turismo. Opinó que mermará desde el 15 de febrero y que repuntará mucho para el “finde” largo de Carnaval, en marzo.
Villa General Belgrano. Pablo Sgubini, secretario de Turismo, indicó que esta semana la ocupación ronda el 82 por ciento, algo menos que en enero. Estimó que bajará en la segunda quincena.
Santa Rosa. Para la secretaria de Turismo, Marcela Chavero, tras un fin de semana que rozó el 90 por ciento, desde el lunes bajó la ocupación. “Febrero está aún por verse”, graficó. En un hotel dos estrellas indicaron que cerraron enero con un 4,5 por ciento menos que el año pasado y que febrero arrancó igual que en 2018.
Nono. Pablo Nottaris, secretario de Planificación municipal, planteó que “febrero pinta parecido a enero”, que registró un 86 por ciento de ocupación en el promedio mensual. “El año pasado fue mejor que este, sobre todo en cuanto al gasto por turista”, marcó.
Villa Carlos Paz. Leonardo González, de la Asociación Hotelera, dijo: “Hay aceptables reservas para febrero, pero somos cautelosos por lo que vimos en enero, para el que esperábamos más”.
Fuente: La Voz.