Saltearse comidas, prohibir alimentos y beber jugos detox son algunas de las equivocaciones que las personas suelen cometer al realizar un régimen alimenticio. Una especialista las detalla.
Antes de comenzar una dieta, es siempre recomendable pedir un turno con un médico nutricionista, para así empezar a lograr el objetivo deseado de forma consciente, con un plan alimenticio en base a lo que el cuerpo necesita, con alimentos saludables que aporten minerales, nutrientes y fibras.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta equilibrada -y combinada con el ejercicio físico regular- es fundamental para gozar de buena salud. Norma Isabel Guezikaraian, licenciada en Nutrición, mencionó algunos errores comunes que suelen cometer las personas a la hora de bajar de peso, en especial durante el verano.
Los nueve errores que no se deben cometer
– Saltearse las colaciones: éstas son fundamentales para llegar con menos hambre a las comidas siguientes. Lo ideal es que tengan 150 calorías, por lo que se recomiendan opciones como frutas o yogurt.
– No comer suficiente: aunque para bajar de peso debemos consumir menos calorías, eso no significa que debamos pasar hambre. Es fundamental aprender a seleccionar alimentos con pocas calorías pero que nos sacian y tienen un alto poder nutritivo.
-Utilizar mucho aderezo: estos condimentos aportan muchas calorías y su uso en exceso puede ser contraproducente en nuestra dieta, así sea como acompañamiento de una ensalada o porción de carne. Se aconseja utilizarlos en porciones reducidas.
– Eliminar las proteínas: es común escuchar que hay dietas en las que se elimina la proteína, que se encuentra en las carnes, huevos o lácteos. Por el contrario, es aconsejable consumir entre 300 y 500 gramos de proteínas diarios que permiten que la sensación de saciedad dure más tiempo. En el caso de los vegetarianos, se recomienda consumir legumbres y soja.
– Cena contundente: uno de los errores más comunes es comer liviano (por ejemplo con frutas) durante el día y elegir la noche como la comida más importante del día. Por el contrario, y en concordancia con el dicho, se recomienda "comer como rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo". Durante la noche el organismo no necesita energía y los nutrientes se almacenan en los depósitos (grasos y de glucógeno).
– Pecar en las meriendas: muchas veces el momento de mayor debilidad surge por la tarde, cuando optamos por facturas o algún otro alimento graso. Para que una merienda sea realmente saludable y conserve su función permitiéndonos llegar con una sensación de saciedad a la próxima comida, lo aconsejable es que se componga de algo de proteínas, fibra e hidratos complejos (yogurt con cereales y frutas, un jugo de naranja con tostadas con queso o una infusión con pan integral con queso).
– Saltearse comidas: no solo no es recomendable saltearse comidas, sino que se aconseja sumar colaciones entre las cuatro comidas diarias. Esto nos permitirá llegar a las comidas con una sensación de saciedad y comer porciones más pequeñas.
– Restringir alimentos: no hay buenos ni malos alimentos sino que el problema suele radicar en las porciones y/o combinaciones. Por eso la elección de dietas que restringen el consumo de ciertos alimentos genera un descenso de peso en el corto plazo pero provoca ansiedad y el riesgo de un efecto rebote.
– Tomar jugos desintoxicantes: todas las frutas cítricas favorecen la depuración del hígado gracias a sus propiedades desintoxicantes, pero al licuarlas o hacerlas jugo disminuye la sensación de saciedad y aumentan los azúcares. Al hacerlas jugo consumimos mayor cantidad de aporte calórico, por eso se recomienda consumir la fruta entera como colación.