El directorio del Fondo aprobó el acuerdo que garantiza desembolsos por 57.100 millones de dólares.
Según difundió el FMI oficialmente tras la reunión del Directorio Ejecutivo, los principales componentes del plan económico revisado de Argentina son los siguientes:
Política fiscal: Las autoridades están absolutamente comprometidas a reducir las necesidades de financiamiento del gobierno federal y a situar la deuda en una firme trayectoria descendente. Su objetivo es afianzar la posición fiscal del país, y para eso se han propuesto lograr un equilibrio primario en 2019 y superávits primarios a partir de 2020. A tales fines, están procurando que el congreso argentino apoye medidas para incrementar los ingresos y recortar costos, tales como introducir impuestos a las exportaciones, incrementar el impuesto a la riqueza, reducir los subsidios deficientes a la energía, replantear las prioridades del gasto de capital y mejorar la estructura de las transferencias federales a las provincias.
Política monetaria: Para reducir de forma contundente la inflación, el Banco Central adoptará un régimen de política monetaria más sólido, más simple y más verificable, y reemplazará el régimen de metas de inflación con un objetivo de base monetaria. El aspecto central del nuevo marco es un compromiso de limitar el crecimiento de la masa monetaria a 0% mensual (calculado como la variación del promedio mensual) hasta junio 2019, con el fin de reducir firmemente la inflación y las expectativas inflacionarias. Como complemento de este marco, se asume el compromiso de no permitir que las tasas a corto plazo desciendan a menos de 60% hasta que las expectativas inflacionarias a 12 meses hayan disminuido de forma contundente durante por lo menos dos meses consecutivos.
Política cambiaria: El Banco Central de la República Argentina (BCRA) adoptó un régimen de tipo de cambio flotante sin intervención. En el caso de una fluctuación extremadamente excesiva del tipo de cambio, el BCRA puede realizar una intervención limitada en los mercados cambiarios para evitar condiciones desordenadas en los mercados.
Protección social e igualdad de género. El proyecto de presupuesto federal refuerza la red de protección social. Se mantendrán el tope mínimo del gasto en asistencia social y el marco para el ajuste del gasto social. El proyecto de presupuesto que ahora está ante el Congreso incrementa el gasto social y preserva el gasto en salud (y a la vez focaliza mejor los desembolsos relacionados con salud que se destinan a los más vulnerables). Incluye además una expansión de 12% de los programas públicos de cuidado infantil, en aras de elevar la participación femenina en la fuerza laboral (en particular para los hogares de más bajo ingreso). Gracias al apoyo del Banco Mundial, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) seguirá mejorando la focalización y ampliando la cobertura de la asignación universal por hijo (AUH). Por último, el gobierno ha elaborado un sistema para monitorear mejor las condiciones sociales a fin de responder más eficazmente a las necesidades que surjan entre los hogares de bajo ingreso.
Aumento y reprogramación de los recursos. En el marco del acuerdo revisado, los recursos del FMI para Argentina en 2018-19 han aumentado en USD 19.000 millones. Un total de U$sD 57.100 millones estarían a disposición de Argentina a lo largo del plazo del programa hasta 2021. Los desembolsos del FMI para el resto de 2018 aumentarían en más del doble en comparación con el programa original respaldado por el FMI, a un total de USD 13.400 millones (además de los USD15.000 millones ya desembolsados). Los desembolsos previstos para 2019 también se duplican prácticamente, a USD 22.800 millones, con total de USD 5.900 millones en desembolsos previstos para 2020-21. Ya no se prevé que los recursos disponibles en virtud del programa sean considerados de carácter precautorio, y las autoridades han solicitado destinar el financiamiento del FMI con fines de apoyo presupuestario.
Fuente: Clarín.