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Marzo de 2024
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La doble vida de un expolicía: mató a un hombre para ocultar escándalo sexual

El hombre de 60 años llamó al 911, el operador reconoció la voz y le pidió que confirme si la víctima estaba muerta: "Le disparé en la cabeza", agregó.

16/10/2018

La llamada llegó al despacho del condado de Wyoming cuando caía la noche del 7 de marzo. Un hombre solicitaba a la policía en su casa a las 5:42 de la tarde. Acaba de dispararle a alguien. El operador de emergencias reconoció la voz del otro lado del teléfono.

Era Joseph Mlyniec. Durante más de dos décadas, Mlyniec, de 60 años, había servido como un oficial de patrullaje para la oficina del sheriff del condado, retirado en 2008 como sargento pero reincorporado por algunos años adicionales bajo la modalidad de jornada parcial. Su trabajo y aporte a la comunidad no finalizaron cuando entregó su placa. Desde 2014, Mlyniec trabajó en la junta del pueblo de Perry, una localidad rural al oeste del estado de Nueva York.

Mlyniec le dijo al despachador que había un hombre muerto en su propiedad. Este le pidió al ex ayudante del sheriff que se asegurara que el hombre había realmente fallecido.

"Así es", dijo Mlyniec según los documentos de la corte recientemente publicados por el Batavia Daily News. "Le disparé en la cabeza", agregó.

Mlyniec permanece en prisión sin derecho a fianza acusado de homicidio en segundo grado y de intimidar a otras víctimas y testigos, según reportó el Rochester Democrat & Chronicle. Se ha declarado inocente a todos los cargos en su contra. Su abogado, Norman P. Effman, le dijo al Washington Post que el caso depende del estado mental de su defendido.

"No se trata de quien lo hizo", dijo Effman. "No será un juicio en el que se intentará definir si Joe fue el individuo involucrado. El tema es el segundo cargo en la acusación y como esto lo afectó. Existen muchas dudas en torno a la premeditación o la falta de la misma y los distintos niveles de culpabilidad que podrían influir en esto".

La nieve se acumulaba a los costados de la casa y el granero cuando los oficiales de la ley llegaron a la granja donde Mlyniec vivía con su esposa. Este se encontraba esperándolos cerca de un camión de arado, en un camino enlodado y de rodillas como si estuviera rezando, con sus manos detrás de su cabeza.

A unos 10 metros de distancia por el camino interno, se encontraba el cuerpo de Robert Irvine III. El hombre de 32 años había recibido cuatro disparos con un revolver calibre .45.

En reportes iniciales que siguieron al asesinato, los posibles motivos eran inconclusos. La novia de la víctima le dijo a una cadena de televisión local que Irvine y Mlyniec habían sido amigos.

Irvine era un mecánico que vivía cerca y que además visitaba regularmente la granja de Mlyniec y trabaja en su automóvil. Pero según los documentos de la corte presentados como parte de una acción legal de la oficina del fiscal del condado de Wyoming, existía una conexión más oscura entre ambos.

De acuerdo a estos, la vida de Mlyniec como un ciudadano ilustre de su comunidad en realidad ocultaba una realidad muy diferente. Según los reportes, el ex asistente del sheriff llevaba "una doble vida".

"Por un lado era presentado como un hombre heterosexual y casado". Pero en realidad "Joseph Mlyniec atraía a hombres jóvenes a su granja donde los corrompía a cambio de favores sexuales y les daba a cambio dinero, alimentos o ambos", aseguran los documentos. Ambos mundos "chocaron" cuando una investigación sobre el comportamiento de Mlyniec fue iniciada a fines de 2017.

La víctima fue asesinada con el objetivo de detener "futuras acusaciones de abuso sexual", según compartieron los fiscales. Irvine era una posible víctima o testigo en contra de Mlyniec, o ambos. "La investigación también ha revelado que la víctima en este caso era un potencial testigo en una investigación sobre abuso sexual que involucraba a Joseph Mlyniec y muchos otros hombres durante los últimos años".

Los documentos de la corte también detallan que el ex asistente al sheriff admitió las sospechas la noche que los oficiales llegaron a su casa luego de que llamara al 911.

"¿Sabes de qué se trata esto?", le dijo Mlyniec a uno de los oficiales en la escena. "Alguien me acusó de abuso sexual y me delató, y él es parte de esto. Ya no me importa, mi vida se ha acabado".

El pasado mes de octubre, una denuncia de abuso sexual contra Mlyniec fue presentada a la policía del estado de Nueva York. El abuso se había dado entre 2003 y 2010. Mlyniec y otros empleados fueron interrogados, pero no se presentaron cargos y el acusador eventualmente se retractó.

Pero los documentos recientemente compartidos como parte de una moción del caso dicen que Mlyniec nunca supo la identidad de su acusador. El día previo al asesinato, el ex asistente al sheriff hizo varias llamadas a distintas personas, entre ellos Irvine. El documento asegura que estas podrían haberse realizado dada la posibilidad de que otros testigos salieran a denunciarlo.

"La investigación ha revelado que la noche antes del asesinato la víctima le dijo a dos individuos que Joseph Mlyniec debía entregarse o matarse", asegura la moción. "Se calcula que la víctima y el defendido tuvieron relaciones sexuales en el pasado", concluyó el reporte.