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Revista

El vino argentino tiene un nuevo integrante en la familia

Se trata de la Casavecchia, una uva tinta de origen italiano que recibió la autorización para ser utilizada en la elaboración de vinos de calidad de zonas exclusivas del país. Cuáles son las características que la hacen única.

25/06/2018

La producción de vinos en la Argentina tiene un nuevo integrante. Se trata de la Casavecchia, cepa que fue incorporada en los últimos días a la lista de variedades aptas para la elaboración de vinos de calidad con derecho a una Indicación Geográfica (IG). Así lo establece la Resolución 107/2018 que se publicó esta semana en el Boletín Oficial.

Según la norma, el Departamento de Estudios Enológicos y Sensoriales dependiente de la Subgerencia de investigación para la Fiscalización de la Gerencia de Fiscalización del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) realizó los estudios pertinentes para determinar la aptitud de la cepa.

De esta manera, la Casavecchia pasa a formar parte de un selecto grupo de uvas tintas autorizadas para la elaboración de vinos como la cepa insignia Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, Pinot Negro (Noir), Canari, Pinot Meunier, Tannat, Lambrusco Maestri, Barbera, Sangiovese, Bonarda, Tempranillo, Cinsaut, Carignan y Petit Verdot.

Un lugar en el Mundo

Las normativas vigentes para la elaboración de vinos establecen que "la delimitación del área de producción se basará fundamentalmente en los elementos agronómicos que concurran, comprendidos los factores climáticos, la uniformidad del suelo y su fertilidad, la homogeneidad de las características de las plantaciones y del cultivo, y en general todos aquellos factores que condicionan el cultivo de la vid o que afectan a su producción".

Además, el Decreto 54 de 2004 (que reglamenta la Ley 25.263 de Vinos y Bebidas Espirituosas de Origen Vínico) señala que estos productos deben ser elaborados con uvas provenientes en su totalidad del área de producción de la IG utilizada.

Cabe recordar que la IG es el nombre que identifica a un producto originario de una región, una localidad o un área de producción delimitada del territorio nacional no mayor que la superficie de una provincia o de una zona interprovincial ya reconocida. La Ley sólo justificará cuando determinada calidad y las características del producto sea atribuible fundamentalmente a su origen geográfico.

Geografía en una copa

El enólogo y periodista especializado, Joaquín Hidalgo, explica en un artículo publicado para Wines of Argentina (entidad que desde 1993 promueve la marca y la imagen país de los vinos argentinos por el mundo), que para la legislación nacional, un viñedo puede estar plantado en una zona que se diferencia de otras.

A ellas, reconocidas por su especificidad, se las señala según una IG y son, por mencionar algunos ejemplos: La Consulta y Paraje Altamira, en Valle de Uco; Agrelo, en Luján de Cuyo; Cafayate, en Salta; Zonda, en San Juan; Quebrada de Humahuaca, en Jujuy; o Tupungato, entre otras.

"El vino puede hacer uso de la IG que da origen a las uvas y mencionarla claramente en la etiqueta", explica Hidalgo; "el asunto es que un vino puede hacerse con uvas de varias IG. En ese caso, la procedencia del vino es la que corresponde a la que reúne a esas Indicaciones Geográficas", detalla el especialista.

Entrada triunfal

Uno de los responsables del ingreso de la variedad Casavecchia en la Argentina fue el ingeniero agrónomo, Martín Kaiser, quien se desempeña en la Bodega Doña Paula. En diálogo con Infobae, el especialista relató que "cuando la trajimos en 2006 y la plantamos en Luján de Cuyo no sabíamos cómo se iba a comportar hasta que vimos que tenía buenos resultados y replicamos la experiencia en la zona de Gualtallary", en el Valle de Uco, en Mendoza.

Káiser recordó que comenzaron con sólo cinco hectáreas y en aquel momento había tan sólo 100 declaradas en todo el mundo. En la actualidad hay implantadas unas 23 hectáreas en suelo mendocino.

Hacer la diferencia

"La Casavechia es vigorosa, tiene hojas con amplias perforaciones particulares, de racimo grande y vallas bien alargadas, lo que no es muy común en variedades finas", detalla Káiser. El Ing. Agrónomo sostuvo que esta variedad "da vinos con una gran expresión aromática a cítricos y frutas frescas y ácidas, tiene mucho color y una gran estructura tánica con mucho potencial de guarda".

En este sentido, la sommelier Silvia Maruccio le explicó a Infobae que esta uva tinta "tiene un fino color rubí, aromas de ciruela, cereza, hierba y especias. Cuenta con una buena capacidad de envejecimiento, reforzada por el pasaje de madera".

Para el descubridor, "es una variedad que tiene un perfil aromático totalmente diferente a los vinos tintos que conocemos, a tal punto que descubrimos que hasta las maderas de las plantas tienen perfume. Tiene notas cítricas que después se traslada a los vinos con los que cortamos", destacó.

Origen y presente

Maruccio manifestó que el descubrimiento de la Casavecchia "está envuelto en una leyenda transmitida entre los campesinos del sur de Italia que indica que su hallazgo fue en las ruinas de una vieja casa (de ahí su nombre) de Pontelatone, en la Provincia de Caserta, en la región napolitana de Campania".

De acuerdo a esta historia, "a comienzos del siglo XX se encontró una antigua vid de un metro de diámetro que sobrevivió a las epidemias de oídio y filoxera ocurridas en el siglo XVIII", siendo la primera una enfermedad provocada por un hongo que inverna en las yemas, en los sarmientos, las hojas y la corteza de las cepas; y la segunda, un mal provocado por un pulgón que se alimenta de las hojas y las raíces de la vid.

Káiser explicó que con la Casavecchia "se pueden hacer vinos varietales, pero al tener taninos muy secantes habría que encontrar un sistema de vinificación con maceraciones muy cortas o habría que dejarlo en barricas muchos años. Nosotros recién estamos experimentando con esta cepa".

El especialista señaló que están utilizando la variedad para vinos de corte "predominantemente Malbec, pero también la hemos utilizado para combinar con el Cabernet Franc, siempre en una proporción que no supera el 10%. La mayoría de nuestros vinos son lo que se denominan single vineyard, es decir, que están enfocados en expresar cómo se comportan diferentes variedades en un lugar determinado", por lo que llegó el turno de la Casavecchia.