La joven madre tenía un disparo en la nuca y quedó sentada, afirmando medio cuerpo sobre la mesa del comedor.
Este martes se conocieron los detalles de la autopsia practicada a los cuerpos de Jésica Coronel y Marco Ingratta, quienes fallecieron el último lunes en el barrio Campo Contreras.
La joven madre, de 30 años, tenía un disparo en la nuca de una pistola calibre 38. Los médicos forenses determinaron que Ingratta le disparó de atrás. Ella estaba sentada en una silla, en el comedor de la vivienda de manza 8 lote 2. Por ello es que parte del torso quedó sobre la mesa. Los investigadores, al llegar a la escena del crimen, la hallaron sentada.
Marco Ingratta, luego de matarla, se efectuó un tiro en la sien. Tenía un disparo con el mismo calibre que su expareja, en la parte derecha. Pero también presentaba otros dos disparos de una pistola calibre 9 milímetros: uno en la zona pectoral y otro en su brazo. Ambas armas fueron secuestradas.
Estos habrían sido efectuados por Jorge Coronel, hermano de Jésica y efectivo policial, que quedó demorado el lunes luego del femicidio de su hermana. Todos estos detalles se conocieron hoy, y también se confirmó que la joven estaba embarazada, dato que se había desprendido de la autopsia preliminar el lunes a la noche.
Los fiscales Martín Silva y Mariano Gómez, trabajaron arduamente junto a efectivos policiales para que se pudieran conocer los pormenores de este femicidio en Santiago, que conmoció a todo el país.