Ya recuperada, la bailarina y vedette contó los motivos que la llevaron a atravesar un difícil momento luego de dar a luz a su hija.
A un mes de haberse convertido en madre por primera vez, Adabel Guerrero transitó un difícil momento en los últimos días, generando preocupación en su círculo íntimo y en sus seguidores.
Hace poco más de una semana, la bailarina compartió un mensaje anunciando que se alejaba por un tiempo de las redes sociales."¡Hola! Me voy a alejar un tiempo de Instagram porque no estoy pasando un buen momento. Prontito regreso. Los quiero", escribió.
Como era de esperar, cientos de usuarios comenzaron a preguntar en la publicación de Guerrero si su mal momento se debía a una depresión posparto, a alguna crisis de pareja con Martín Lamela o simplemente si es que ella prefería resguardar su privacidad.
Por lo que la morocha volvió a recurrir a esa plataforma virtual para llevar tranquilidad a sus 504.000 seguidores. "Para que no se preocupen por Lolita, ella está perfecta. Yo estoy pasando por una crisis que ya superaré. Gracias por todos los mensajes", sostuvo.
Finalmente, Adabel regresó el último martes a las redes y reveló el insólito motivo de su crisis. “Me obsesioné con los gérmenes, obligaba a Martín a bañarse dos veces por día, no quería que nadie se acerque, que nadie me la toque”, contó.
“Cuando yo amo mucho a una persona me obsesiono con cuidarla porque me da miedo que le pase algo o perderla, como ya perdí a un montón de seres queridos…", agregó.
Invitada este sábado a la mesa de Mirtha Legrand, la bailarina dejó en claro que esos días difíciles ya quedaron atrás. “Es el mejor momento de mi vida”, afirmó.
Sobre su crisis, Adabel detalló que fue “acumulando muchas cosas desde antes del parto”. “Ya el último mes de embarazo tuve picos de presión alta que es muy peligroso para el bebé”, contó. Y añadió: “A dos semanas de que nazca Lolita, la madre de Martín cayó internada por un problema pulmonar y la indujeron a un coma para ponerle un respirador”.
En ese sentido, remarcó: “Fue mucho estrés. Estábamos entre la vida y la muerte de la mamá de Martín, que quizás no llegaba a conocer a su nieta, y la vida de nuestra hija por nacer”.
Guerrero incluso bromeó con el aumento de peso tras el parto. “Me quedaron cuatro kilos de más que están bien distribuidos. Los llevo con orgullo por haber sido mamá de Lolita. Fueron cinco años buscando”, remató.