Cuatro años después de haber iniciado un tratamiento para alejarse de las drogas, la actriz está fuerte y con ganas de arrancar con un nuevo desafío.
Atrás, muy atrás parecen haber quedado aquellos días en que Andrea Rincón (33) era noticia por alguna recaída en su adicción a las drogas. Es que –según ella misma le dijo a Teleshow– la terapia, sus afectos, la generosidad de algunos colegas y el trabajo la sacaron del lugar en el que estaba. Ella, obviamente, puso lo suyo: las ganas y la decisión de cambiar las cosas. “Yo no me drogaba para pasarla bien con mis amigos, eh. No era ese el plan. Me costaba mucho la vida. Hoy aprendí a ver un lado lindo”, había revelado.
Fue entonces que alzó su primer Martín Fierro como Artista revelación por su trabajo en La Leona, telenovela producida por El Arbol y emitida por la pantalla de Telefe. Pero aquella no iba a ser su única gratificación. Es que el año pasado se lució en el rol de Vanesa, en el unitario Un gallo para Esculapio, junto con Peter Lanzani y Luis Brandoni. Y cada cosa que hizo le dio un nuevo impulso, porque después realizó su propio cortometraje sobre bullying, dolor que sufrió en carne propia. Entonces, con la autoestima más fortalecida, armó sus valijas y se instaló en Córdoba, donde protagonizó Acaloradas, junto con Doris del Valle, Alejandra Rubio y Claribel Medina.
La temporada de verano terminó y el comienzo de año marca el ritmo de su nueva agenda laboral. Por eso, renovada y con una enorme sonrisa, llegó al salón flotante de Puerto Madero, donde se realizó la presentación de la comedia Cien días para enamorarse, de Underground, su nueva apuesta.