El presidente de la Corte Suprema se refirió a la reforma judicial que impulsa y negó sentirse presionado por el Gobierno.
Después de un tiempo en silencio, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, eligió el programa Marcelo Longobardi en la cadena CNN para dar explicaciones sobre las "carencias" de la Justicia.
Así el supremo, que se definió como "la persona más atacada en los últimos diez años", sostuvo que la Corte es "la cabeza" del Poder Judicial pero "no es la jefa de los jueces" y estos "son independientes". Es más, señaló que "la única manera de cambiar la Justicia es con el consenso de los tres poderes de Estado".
Al ser consultado por el avance de procesos judiciales y el estado de la Justicia en general en la Argentina, el magistrado expresó: "Somos muy críticos de cómo está funcionando el poder judicial". "Naturalmente se necesita la cooperación de los otros poderes del Estado y no fue posible, no hubo una estrategia", añadió.
Además, se refirió a la imposibilidad de la justicia argentina de avanzar en el caso Odebrecht por la carencia de legislación local, así como a las denuncias de la diputada Elisa Carrió en su contra: "Estamos muy tranquilos, nos parece que no hay nada". Previamente, señaló: "No hay conflictos con el Gobierno".
"La Corte es la cabeza pero no tiene brazos", señaló Lorenzetti. En esa línea, describió el rol que tiene el Consejo de la Magistratura de la Nación, el Congreso con sus leyes y el mismo Poder Ejecutivo a la hora de establecer políticas de Estado para mejorar el servicio de Justicia. "Se necesita de la cooperación de los otros poderes de Estado y antes no fue posible", sostuvo el magistrado. A lo que agregó: "Hoy hay un acuerdo por el cambio".
En un repaso sobre su trabajo ante el Máximo Tribunal señaló: "La historia va a reconocer que, por primera vez, tenemos una Corte que pasó por distintos gobiernos y que tuvo muchos cambios internos, pero que las reglas y la jurisprudencia siguen estables".