"Queremos que actúe la justicia, no la gente", afirmaron los padres de la joven acusada de matar a su exnovio.
"Si hubiese sabido lo que había pasado, no tengas dudas de que me hubiese hecho cargo yo", aseguró con la voz entrecortada Marcelo Galarza, el padre de Nahir, la joven que está detenida hace una semana por el crimen de su exnovio, Fernando Pastorizzo, en la ciudad de Gualeguaychú.
En una entrevista en su casa con La Nación, los padres de la joven de 19 años contaron cómo viven estos días y aseguran que su hija no es un monstruo, sino una víctima de violencia de género.
"A mi hija la juzgaron antes de que la Justicia diga qué pasó. La gente acá no quiere que tenga derecho a defensa. Queremos que actúe la justicia, no la gente. Acá estamos al frente de una horda de personas que quieren que volvamos a otras épocas", dijo Marcelo, que es policía. Su arma reglamentaria fue utilizada para el crimen.
Mientras el hombre hablaba, su mujer Yamina miraba una de la últimas fotos de la familia y recordaba: "Esta foto es de mayo, después de 20 años juntos nos casamos. Fue una idea de Nahir, que me diseñó el vestido, compró la tela y armó toda la fiesta".
"Esperamos que la Justicia diga que pasó y por qué pasó. Mi hija no es lo que dicen. No es un monstruo", dijo entre sollozos la mujer y detalló: "Nahir tiene un hermano de 16 años con retraso madurativo y hoy las maestras abrieron la escuela para que él fuera y le pudieran explicar lo que pasó con su hermana".
Joven y sana
"Mi hija es hermosa, es casi perfecta. Era compinche conmigo. Era súper educada y respetuosa. Nunca iba a decir una mala palabra. Circula una foto de ella con un cigarrillo, pero ella no fuma. Es más, odia el cigarrillo", recordó Marcelo, que se mostró dolido por los ataques a Nahir: "Algunos están pidiendo que se coloque una estaca en medio de la plaza y se la cuelgue ahí a mi hija hasta que se muera".
"Queremos que lo que tenga que surgir de la Justicia se haga. Queremos que no traten de presionar a nadie. Que dejen que la Justicia haga su trabajo esto siga por su causa normal. Para mí, mi hija es hermosa, educada y buena persona. Los que hablan mal de ella, tendrán ganas de decir barbaridades. Mi hija no es un monstruo, es un ser educado y si hubo algo más atrás de esto, va a surgir en la Justicia".
Fuente: La Nación