Nahir Galarza fue trasladada a la sala 6 de psiquiatría del Hospital Centenario, porque se encontraba en estado de shock. La imputaron por homicidio agravado por el vínculo y podrían darle perpetua.
Nahir Galarza protagonizó un crimen que sacudió a la ciudad de Gualeguaychú. La joven de 19 años --estudiante de abogacía-- confesó que disparó a su ex novio, Fernando Pastorizzo (21), con el arma de su papá.
Fue detenida y trasladada a la sala 6 de psiquiatría del Hospital Centenario, porque se encontraba en estado de shock. Según lo informado por medios locales, dos oficiales de Policía escoltaban el lugar.
“Decidimos enviarla a la sala de salud mental porque hacía horas que había pasado todo y teníamos miedo a que sucediera algo en una celda de la Comisaría del Menor y la Mujer”, dijo el jefe de fiscales, Lisandro Beherán, al diario El Día de Gualeguaychú.
“Ella no tiene problemas psicológicos ni mentales, es sobre todo para evitar un problema o inconveniente, por eso preferimos que esté con custodia policial y atendida por profesionales de la salud, en caso que deba ser medicada. Tomamos la precaución para que no llegue a pasar cualquier cosa”, agregó Beherán.
La joven fue imputada por homicidio agravado por el vínculo, que tiene una pena de prisión perpetua. Ahora, el fiscal Rondoni Caffa deberá probar el vínculo que mantenían o el caso podría ser caratulado como homicidio simple, que tiene una pena de 8 a 25 años de prisión.
Nahir estudiaba abogacía en la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) Regional Gualeguaychú. Es hija de Marcelo Galarza, un policía de la ciudad. Para cometer el asesinato usó el arma reglamentaria de su papá, que luego fue entregada a los investigadores.
En las redes sociales, familiares y amigos expresan su repudio con el hashtag #JusticiaporFernando. Convocan a una manifestación el lunes a las 21 entre la calle 25 de mayo y avenida Rocamora de Gualeguaychú para reclamar justicia, con el lema "basta de crímenes que quedan en la nada".