"La Profe" se ganó el cariño de cientos de alumnas que pasaron por sus talleres de pesebres artesanales que dicta desde hace más de 20 años. Conocela
Como desde hace 20 años, a finales de agosto se abren las inscripciones para el Taller de Pesebres Artesanales "Sagrada Familia" que “La Profe” Susana Aliende dicta con todo su amor y buena fe. Sin embargo, este año el taller esconde un motivo que lo hace especial.
Las puertas de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús se abren y varias decenas de mujeres nos reciben con pinceles y sonrisas, días previos a la muestra de cierre.
Se vive un clima de alegría, compañerismo: todas están sentadas alrededor de la mesa, cada una terminando de pintar, vestir y decorar su Sagrada Familia. El taller tiene ese poder de reunir a mujeres de todas las edades y de todos los rubros y con historias de vida completamente diferentes, con el objetivo en común de diseñar y crear desde su corazón a los pesebres que decorarán su árbol de navidad durante estas fiestas.
La Profe Susana comenzó a dictarlo con a penas pocas chicas, sin embargo con el tiempo se fueron sumando cada vez más, a pesar de haber cambiado varias veces el lugar de encuentro. Pero nunca perdió la esencia: lo que se promueve es la creatividad para que cada una aporte lo que crea necesario para embellecer su creación y la unión entre compañeras, que al final del curso terminan siendo grandes amigas dentro y fuera de la capilla.
“Profe, ¿así?”, preguntan las artesanas durante la clase, y la Profe con gusto nos recuerda cada vez que una de ellas comenzaba su camino: “Todas empiezan con miedo, diciendo 'tengo miedo, no soy muy habilidosa con las manos', pero no, La Virgen pone alas en las manos y salen hermosos pesebres que ellas mismas se sorprenden”.
Fabiola Quinteros comenzó el taller hace 5 años y destaca: “La Profe nos da confianza, nos brinda los materiales y empezamos a trabajar... lo lindo de venir es que en estos días donde uno vive acelerado, hacer este taller es como un cable a tierra”.
Una vez finalizado el taller, se realiza una muestra de cierre en donde las alumnas exponen entre 2 y 4 pesebres cada una. Este año, al igual que el anterior, más de 50 pesebres colmaron de color y alegría el Hall Central del Centro Cultural del Bicentenario, donde además el padre Jorge Lobos estuvo a cargo de la bendición de los mismos.
“Hacer esto con las chicas es lo que más me gusta y me siento muy bien de que sean tan generosas conmigo, por eso a pesar de las dificultades, ojalá Dios me permita seguir realizándolo”, finaliza, emocionada, la tan querida profe Susana.