La tucumana había asegurado que "ni siquiera me interesaría conocer al Salmón", pero acaba de subir una foto en la que se los ve juntitos y relajados. La ganadora de GH versión 2004, además, le dedicó una hermosa frase al cantante.
Hasta en el amor la tecnología tiene un protagonismo preponderante. Así como algunos tratan de “botón” al Facebook por haber revelado trampas o infidelidades a través de fotos “in fraganti”, las cuales, generalmente, son publicadas sin el consentimiento de todos los que entraron en la mira del lente, otros consiguen enamorarse a través de las redes sociales. Inclusive el periodismo de corazón consigue ir intuyendo cuando dos famosos están acercando posiciones mediante Instagram o cualquier otra vía proporcionada por variedad de internet.
En este caso, los que vienen intercambiando elogios con sus “me gusta” o sus corazoncitos 2.0 son Marianella Mirra y Andrés Calamaro. Desde que le puso punto final a su convivencia con Micaela Breque, que dicho sea de paso al poco tiempo anunció su romance con un escritor inglés, el Salmón se mantuvo alejado del ruido mediático y le dio descanso a su faceta seductora. Sin embargo, todo indica que ese impasse que se había tomado ha llegado a su fin con el este coqueteo a la distancia con la ganadora de Gran Hermano versión 2004.
Si bien hace unos días la tucumana y hasta el propio músico se encargaron de aclarar que entre ellos no existía en ese momento ningún amor incipiente, hoy da la sensación de que todo ha cambiado radicalmente. “Estoy soltero, cien por cien” respondió el ex líder de Los Rodríguez cuando alguien olfateo perfume a noviazgo. Marianella fue en la misma dirección: “No me interesa ni conocerlo”, afirmó. Pero claro. Las cosas se acomodaron y la tucumana sorprendió con lo que escribió recientemente y con una imagen en la que aparece junto al solista: "Encontrar gente con la misma locura de uno no tiene precio. Andrelo es un amigo increíble, un ser especial, un crack de la música y de la vida”.
¡Cómo cambió de opinión! Enamorarse todo lo puede. Y la tecnología, parece que también.