Te invitamos a leer un breve repaso por las adaptaciones al cine de las historias del "maestro del terror".
Por Silvio Pratto
Para Diario Panorama
La estridente llegada de la remake de "IT" a la pantalla grande puso de  nuevo la atención sobre la obra del escritor más prolífico de las  últimas décadas. Desde su irrupción en el mundo literario en 1974 con la  impecable "Carrie", sus obras han sido adaptadas al terreno audiovisual  casi sin excepción, ya sea en cine o televisión y guiadas por nombres  de mayor o menor envergadura, sus historias ya son parte innegable de la  cultura popular.
 
 "IT" consiguió que el publico másivo volviera a interesarse por la obra  de King. La película del argentino Andrés Muschietti contó con una  promoción enorme que generó expectativa no solo en los fanáticos, sino  en la nostálgica evocación de la primera cinta de 1990, cuya  interpretación del sombrío payaso Pennywise está enquistada en toda una  generación. Y así la lupa volvió a posicionarse en King y en el ingente  aporte que continúa haciendo, más de 40 años después de publicar su  primer trabajo, a las industrias culturales.
 
 Y es que la era global y el exponencial crecimiento en el consumo de  material audiovisual, sumado a la aparición de plataformas de streaming  como Netflix y a la posibilidad de que producciones de bajo presupuesto  sean publicitadas de manera más o menos decente gracias a las bondades  de las redes sociales y la viralización de información, permiten que la  producción fordiana se intensifique. La mirada no demasiado avezada,  permite descubrir que la industria tiene en el horno al menos 20  proyectos relacionados con cuentos, novelas y relatos de Stephen King.  Un ejemplo paradigmático de que la cámara tiene devoción por la  narrativa del escritor norteamericano. Por toda, la nueva, caldo de  cultivo para realizadores ávidos de una historia original, y la vieja,  que regresará en forma de remake o en el caso puntual de "Gerald's Game"  en forma de un trabajo original que sobrevivió al aluvión de  adaptaciones.
 
 Una retrospectiva demostrará el indómito romance que une a los cineastas  con King. En 1976 se estrenaría la primera adaptación de "Carrie",  dirigida con pulso firme por un gran Brian De Palma, que empapa la  historia con un centenar de recursos que permiten disfrutar de una  película riquísima desde lo técnico al tiempo de una historia que no se  desvirtúa merced a las pequeñas licencias que se toma el guionista en  relación con la novela.
 
 Los grandes directores que abordarían el trabajo del autor serían en  primer término Stanley Kubrick con su versión demasiado libre de "The  Shinning" (1980), David Cronemberg en su lisérgica y estupenda "The Dead  Zone" (1983) y ese enorme realizador llamado John Carpenter, quien  trabajó sobre la que fue quizás la primera novela a la que la crítica se  atrevió a abordar desde el psicoanálisis: "Christine" (1983)
 
 El trabajo de estos tres artistas abriría el juego para que, de tanto en  tanto, las historias que nacían en el papel fueran adaptadas desde un  lugar más riguroso en aspectos estéticos, técnicos y narrativos. Así las  cosas, mientras las producciones de bajo presupuesto (muchas de ellas  hoy consideradas de culto) se sucedían, historias como "Stand By Me"  (1986) o "Pet Sematary" (1989) veían la luz, abonando el terreno de lo  que vendría con la impeable "Misery" (1990) película de Rob Reiner que  le valió un oscar a mejor actriz a Kathy Bates por su impecable  interpretación de la psicótica fanática del malogrado escritor Paul  Sheldon, encarnado por James Caan que encontró en el personaje de  Stephen King a su mejor papel después del Sonny Corleone en "The  Godfather".
 
 "Misery" no sería solo aclamada por el público, sino también para ese  temible aquelare integrado por los críticos cinematográficos. Pero  además permitiría que la mirada se posara en los talentos de Stephen  King como escritor dramático, alejado de los sustos y lo sobrenatural,  estas virtudes volverían a sobresalir en 1994 con "The Shawshank  Redemption", película basada en un cuento del libro "Las Cuatro  Estaciones" que fue traducida por estas latitudes como "Sueño de  Libertad". Frank Darabont sería el director de otra película basada en  la obra de King donde monstruos y fantasmas son olvidados por completos.  El resultado sería una película sólida, conmovedora y que rápidamente  logró instalarse en un lugar de privilegio para crítica y espectadores.  Un relato sobre la injusticia, la amistad y el maniqueísta espíritu  humano que logró siete nominaciones a los premios Oscar. "Dolores  Claiborne" (1995), "Apt Pupil" (1998) y "The Green Mile" (1999)  consolidarían la capacidad de King como escritor dramático y la  extrapolación al cine de esas historias darían cuenta una vez más de  esta faceta.
 
 Mientras tanto, una retahila de producciones repletas de secuelas de  calidad censurable, continuaban exprimiendo las creaciones  sobrenaturales de King, que por supuesto, seguían publicándose en papel.  Producciones lanzadas directamente para televisión y realizadas con  guiones basados en cuentos del escritor alimentaban el costado más  siniestro del mercado, ese cuya voracidad no conoce de estética, calidad  o buen gusto. "Children of the Corn" y "Sometimes They Come Back" con  sus innumerables secuelas, engrosaban la lista de películas de terror de  bajo presupuesto que subyace un cine más ambicioso sobre la obra de  King, pero que también forman parte de su trabajo y son valoradas por  los fanáticos.
 
 El viaje de King durante el nuevo siglo encontraría las ambivalencias  que cortaron longitudinalmente todo su romance con el cine.  Producciones de dudosa calidad, secuelas recaudadoras y alguna gema  perdida rodearon a las sólidas adaptaciones de "The Mist" y "1408" ambas  de 2007 junto a varias series televisivas que no lograron hacer pie.
 
 La llegada de la remake de "IT" sin embargo (y un escalón más abajo la  adaptación de "The Dark Tower") pone nuevamente en evidencia el romance  del cine y la televisión con un escritor que ahora se ha convertido  además en un referente cultural y formador de opinión que supo  aggiornarse a las bondades del mundo global a través de las redes  sociales. Su figura, ha logrado merced al largo periplo convenientemente  resumido en este texto, constituirse como un elemento de validación de  la obra terminada. Porque el "IT" de Andrés Muschietti no es el "IT"  filmado en los 90 pero es siempre el payaso diabólico de Stephen King y,  a falta de un personaje icónico, la firma del autor dará sustento al  discurso, en un proceso casi foucaltiano.
 
 Así se aguarda la salida de nuevo material "basado en la obra de..."  pero esta oportunidad se advierte cierto rigor que no siempre estuvo  presente, es como si el trabajo de Stephen King finalmente fuese  considerado como algo más que mero entretenimiento, y más como la  amalgama perfecta entre la fantasía, la ciencia ficción, el terror, las  pesadillas y los miedos más viscerales que navegan las profundidades del  ser humano, maquillados con un conocimiento enciclopédico y  antropólogico primero de la cultura norteamericana pero después de todo  occidente, y de una innata capacidad para la construcción de personajes  carismáticos que lograron con tiempo y no sin esfuerzo, romper el  prejuicio intelectual de quienes, quizás por temor, no se atrevan a  asomarse a los horrores más sórdidos para descubrir qué se oculta detrás  de ellos.