La actriz está muy contenta con los logros conseguidos en pos de su recuperación. Los caballos y la terapia que le cambió la vida.
Andrea Rincón se caracteriza por ir al frente, por decir las cosas como son y encararlas sin rodeos. Así lo hizo cuando confesó que, luego de luchar contra sus adicciones, tuvo que internarse en una clínica psiquiátrica para tratar el trastorno límite de personalidad con el que fue diagnosticada.
Gracias a la contención de la familia Ortega y principalmente de su íntima amiga, Julieta, sorteó el momento más difícil, pero aún sigue trabajando para superar definitivamente sus problemas de salud mental y recurrió a una nueva terapia en la que trabaja con caballos. "Hace unos meses comencé a realizar Inteligencia Emocional con caballos y me cambió la vida. El primer día fue terrible. El caballo es como un espejo y reacciona como reaccionan los demás ante uno", explicó en una entrevista concedida a la revista Caras.
La actriz dio con este poco convencional tratamiento gracias a una amiga psicóloga: "Estoy muy lejos de lo que era. Me he castigado mucho pero hoy me doy amor. Estoy con gente que valora mi trabajo, mi esfuerzo y la atención que tengo para con los demás. Soy una persona muy atenta y cariñosa. Doy mucho y nunca creí que se devolviera eso. Hoy siento que todas mis relaciones son recíprocas. Al estar parada en otro lugar se me acerca otro tipo de gente; personas mucho más nobles. Las consecuencias de mis acciones son otras y mi capital a nivel humano es distinto", confesó.