La modelo y revelación del Bailando 2016 habló sobre su historia con su hermano y reveló: "Agus tiene retraso madurativo por una mala praxis".
Protagonizó uno de los momentos más emotivos de la historia de Bailando por un sueño en nuestro país. María del Cerro (31) decidió bailar con su hermano Agustín (33) el denominado Merengue en familia y con su vínculo conmovieron a todos, desde el jurado hasta al público.
Ejemplo de amor y de lucha, el hermano mayor de la modelo se ganó el cariño de todos y Mery disfrutó del momento junto a él, orgullosa.
Meses después de aquel inolvidable momento televisivo, Del Cerro habló sobre su historia familiar en profundidad con la revista Viva: "Agus tiene ese retraso porque tenía que nacer un martes a las diez de la mañana por cesárea, pero lo demoraron un día y medio. Es decir, hubo mala praxis. A mis padres les llamó la atención que no caminara teniendo año y medio. No había exámenes previos tan exhaustivos como ahora. Le hicieron la tomografía computada y ahí saltó que tenía un retraso madurativo, producto del parto demorado. Yo estaba recién nacida, tenía tres meses".
María recordó: "Mi mamá de lo único que se ocupaba era de Agus: de llevarlo al colegio, al fonoaudiólogo, al psicólogo, a equitación, donde participaba de las Olimpíadas especiales. Así que me hice un poco solita, más allá de que siempre fui muy autosuficiente".
Y, además, confesó: "No te digo que lo odiaba, pero relacionarme con él era difícil para mí. Por ejemplo, íbamos a la casa de mi prima y se me pegaba porque yo era su ídola, y a mí eso me molestaba. Le repetía: 'Salí, salí'. Sentía rechazo, algo que ahora de grande me hace sentir mal. Hasta que entendí que me pasaba eso por ser chica. Y hoy que soy mamá, pienso en mis padres: debe haber sido muy duro ver mi rechazo hacia él. Ahora somos re unidos y yo lo incluyo en toda mi vida. Es el padrino de Mila, mi hija de un año y medio, viene con nosotros al campito de los abuelos de mi marido. Está incluido en todo".
Del Cerro también agregó: "Invitar a Agus al bailando fue transformador para mí. Fue muy fuerte exponerlo y haber abierto mi corazón. Ahora todo el mundo lo conoce. La otra vez, una señora, en el Paseo Alcorta, me dijo: “Te quiero felicitar por lo de tu hermano”, y se emocionó. También me paran por la calle y me cuentan: 'Tengo un primo con un retraso también'. Sin duda, la gente conoció una faceta distinta mía. Porque quizás algunos creen que por ser modelo y estar con la frivolidad, no te pasan cosas duras".